El último fin de semana de mayo, en España el 26 de mayo, tendremos unas elecciones cruciales en las que se decide el futuro de la Unión Europea. Por lo que, el 26 de mayo, es importante que salgamos a votar en las elecciones europeas. Se decide el futuro de la Unión Europea por una serie de factores: el auge de la extrema derecha, la consolidación de que se tengan en cuenta las elecciones europeas para presidir la Comisión Europea y la importancia del Parlamento Europeo en la toma de decisiones.
En los últimos años asistimos a un auge de la extrema derecha. El aumento de representación que hemos visto en elecciones nacionales y regionales de Estados miembros es probable que se reproduzca en las elecciones europeas. Además, bajo una cara amable, esconden un odio a la migración, a la que no le importa dejar morir en el Mediterráneo, y un retroceso en los derechos alcanzados por colectivos como las mujeres o LGTB.
Existe la posibilidad en estas elecciones europeas de consolidar que se tengan en cuenta las elecciones europeas para elegir el candidato a presidir la Comisión Europea. En 2014 tuvieron lugar las primeras elecciones europeas en las que los principales partidos políticos europeos decidieron presentar sus candidatos a presidir la Comisión. Después de las elecciones, el candidato del principal grupo de la eurocámara (el Partido Popular Europeo), Jean Claude Juncker, acabó convirtiéndose en presidente de la Comisión Europea.
El Parlamento Europeo es un actor muy importante en la toma de decisiones de la Unión Europea (UE). Por un lado, porque es la institución que representa directamente a los ciudadanos europeos y se preocupa por el interés europeo frente al de los gobiernos nacionales, representados en el Consejo de la UE. Por otra parte, porque la eurocámara es codecisora en la mayoría de las competencias europeas y ha resultado indispensable, en esta legislatura, en temas como la eliminación del roaming o la mejora de los derechos de protección de datos o de los consumidores.
El historiador inglés, Arnold J. Toinbee, dijo: "El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan". Por lo que tenemos que salir a votar en las elecciones por responsabilidad, si no vamos a votar dejamos que otros tomen la decisión por nosotros y es probable que se produzca un resultado que, al final, no nos guste.
Una importante parte de la población de cada Estado miembro, en España un 4,2% (Datos de Eurostat de 2017), son ciudadanos europeos no nacionales de ese Estado pero que residen y, si se registran, tienen derecho a votar en estas elecciones europeas en su país de residencia. Este porcentaje de personas, que en otros Estados miembros supera el 10% e incluso el 30, son necesarios para combatir el auge de la extrema derecha.
Por todo ello, invito a los ciudadanos europeos residentes en España a registrarse en el censo electoral antes del 30 de enero y, el 26 de mayo, saldré a votar en las elecciones europeas.