Ahora, más que nunca, tiene sentido una refundación táctica, estratégica e ideológica del partido que siempre aspiró a ocupar el centro político español y que, por momentos, lo consiguió.
Un partido que sea útil a la democracia española, útil a los españoles, con capacidad de desbloqueo y, sobre todo, con capacidad de condicionar futuros gobiernos centrales mediante la imposición de reformas estructurales que supongan sentar las bases para una modernización del país a largo plazo.
Ciudadanos nunca debió abandonar el centro político, nunca debió olvidar al votante de centroizquierda para pasar a centrarse solo en el de centroderecha. Pero eso ya lo sabemos y por ello Albert Rivera el pasado lunes, en un discurso muy emotivo que no quedará en el olvido, dio una lección de responsabilidad y altura de miras apartándose del liderazgo del partido e incluso de la política española. Estos días no he parado de preguntarme cómo cambiaría el panorama político español actual si otros siguieran el ejemplo de Rivera y asumieras sus errores y fracasos políticos.
Pero como mirar hacia otro lado y criticar la actitud de los demás es algo que casa muy bien con actitudes políticas tradicionales, los dirigentes de Ciudadanos deben mirar hacia delante y con calma y sosiego, deben sentar unas bases ideológicas sólidas, transversales y sobre todo deben ponerlas en práctica mediante gestos políticos.
Un partido que aglutine el centro político es lo que toda democracia plena necesita, un partido reformista que se aleje de la mala praxis de otros partidos históricos en el pasado e incluso en el presente, que piense en reformas estructurales y que tenga un plan estratégico que mire por el bien de todos los españoles en el largo plazo. Eso pasa indudablemente por un pacto nacional por la educación que asegure que nuestros jóvenes sean competentes en un mercado laboral tan incierto como que no se conocen aún más del 70% de las profesiones que existirán en el futuro.
Un centro que genere concordia y ayude a calmar la creciente polarización ideológica que existe, en definitiva, un partido que sea capaz de dibujar en la mente de sus potenciales votantes una sola palabra: “utilidad”.
Ojalá y en las próximas semanas veamos sentar las bases de lo anteriormente descrito porque eso será una gran noticia para todos los españoles que buscan un espacio político moderado, regenerador y que piense a largo plazo.