¿Puede alguien ser ateto sin ninguna duda acerca de la existencia de Dios? A mi entender sólo desde la racionalización absoluta, la ciencia, uno puede llegar a apagarla, pero ésta no puede dejar de existir completamente sino a través de la negación de la naturaleza del ser humano, al vernos sólo como animales. Es científica esta afirmación, y si no se niega la teoría de la evolución, es una verdad absoluta. Pero somos animales con “alma”, de la que nace la duda.
Las religiones son inherentes al ser humano, ¿se puede vivir sin ellas? No. Todos los ateos que niegan la existencia de cualquier Dios, están imbuidos en el pensamiento moral de la religión que forma parte de la cultura a través de los siglos, desde que se escribieron los distintos textos sagrados de la religión de la que se trate.
En todos los seres humanos se produce la incógnita acerca de la transcendencia, es inevitable por nuestra naturaleza. Pongamos el caso de Unamuno. San Manuel Bueno, Mártir, el personaje principal, pierde la fe en el Dios católico. Sin embargo, a lo largo del libro se ve su constante duda, duda y es un mártir. Él quiere dejar de ser Mártir, palabra de su catolicismo. Mártir es sufrir. Sólo librándose de su fe puede llegar a evitar el sufrimiento. Dejar de ser Mártir desde la bondad. Cosa de todas formas imposible. La duda al final Unamuno la resuelve con la pérdida de la fe.
La filosofía hasta Nietzsche habla de la existencia de Dios, los griegos de los suyos. “Dios ha muerto” dice. Sin embargo, en su tratado El superhombre crea un Dios humano que pudiera salvar al hombre al bajar de la montaña. Este fue el papel de Jesucristo de la religión Católica así que no puede evitar librarse del sentido de la transcendencia, aunque lo deja todo en la tierra.
Las religiones dan sentido a la incógnita de si hay vida después de la muerte, quien vive con ellas libera la duda. Dios existe. Además, ese Dios nos acoge en el cielo y eso calma.
Cuando uno niega la transcendencia, se sufre en soledad por creerse un animal sin “alma” produciéndose vacío.
Saramago resuelve la muerte con la frase “Estar o no estar”, en esta vida, se entiende. Escribió una novela sobre Caín y la maldad que se ve en parte de la Biblia, no sé cómo consiguió apagar la duda. Uso con frecuencia esta frase para saber qué es la muerte. Soy un ateo convencido, pero entonces dudo. De la existencia de un después. Si no dudase, no emplearía la frase de Saramago para quedarme tranquilo.