Hubo quienes aprendieron el temario al transcribirlo en pequeños pedazos de papel utilizados para copiar. Los nervios durante el examen, el miedo a ser pillado por el profesor, la estrategia perfecta para un temario no estudiado a tiempo. Lejos quedan los nervios, el plan trazado a escondidas. Las nuevas tecnologías van cambiado cualquier rutina: también la de copiar. E Internet se ha llenado de ofertas de relojes inteligentes para los menos inteligentes (o los que no quieren serlo). Relojes especiales para copiar en exámenes.
Internet se ha llenado de relojes tramposos. Bajo ese nombre, los cheating watches presumen de ser diseñados específicamente para hacer trampa en los exámenes. Relojes con botón de emergencia para los que no reaccionan a tiempo a los paseos del profesor entre pupitres. Los cheating watches se convierten en relojes normales al pulsar el botón de socorro, para disimular a tiempo. Cuentan con cuatro modos distintos de textos y de brillo, según la necesidad del usuario, sus nervios, su práctica y su esfuerzo.
Literatura, historia o filosofía. Los relojes tramposos son sólo una versión low cost de los relojes inteligentes: relojes para no inteligentes. Entre todos los que pueden encontrarse en Amazon, el que más triunfa es el de la marca 24Kupi, que presume de ser rápido, eficaz y capaz de leer caracteres de texto de otros idiomas. Relojes tramposos que leen en griego, chino, árabe, hebreo o cirílico.
Los cheating watches cuentan con hasta 4 GB de almacenamiento y permiten también guardar imágenes y audio, ya que son compatibles con formato JPEG, MP3, WMA, WAV y APE, además de TXT. Los relojes pueden comprarse en su página web, en la que realizan envíos a cualquier parte del mundo, pero también en Amazon, disponible en dos colores y creando un pack especial que incluye gafas 'mágicas' que permiten ver las letras de la pantalla del reloj y que otros no la lean. Tinta mágica digital para copiar en exámenes, gafas de ver y no dejarse ver.
La tecnología nos da las herramientas para saber más, nos da las respuestas para saber más. Ahora, también, para saber menos. Para sembrar el pánico entre docentes que se preparan ya para librar la batalla contra los chivatos, contra las trampas, contra aquellos que quieren creerse superiores a la capacidad de aprender, a la memoria, al querer saber.