Cuando a finales de agosto, el coordinador de guión de Cuéntame cómo pasó, Joaquín Oristrell, contaba en estas mismas páginas que la nueva temporada iba a ser “un poco conmoción” porque este año habría “un salto”, pocos podían adivinar que, tras ese algo que estaba “en el secreto de las siete llave”, se encontraba efectivamente un salto… al futuro.
Un misterio que se resolvía poco después cuando La 1 de TVE anunciaba que no habría que esperar el paso de otras veinte temporadas para ver a la familia Alcántara en el presente, ya que en la 21.ª temporada se contaría cómo resistieron al año de la pandemia.
“Marcará un histórico. A la gente le gustará o no. Este es mucho riesgo. Estamos en eso: en arriesgar en todos lados”, decía el guionista a BLUPER, asumiendo que quizá habría fans más ‘románticos’ a los que no les gustaría ver cómo han envejecido sus personajes favoritos.
Sin embargo, pueden estar más que tranquilos. El equipo de guión de la serie, que se ha reforzado esta temporada con se ha reforzado con Yolanda García Serrano, Manuel Dios y Laura León Varea, han sabido introducir a la perfección y con mucho mimo esta nueva línea temporal sin que resulte demasiado invasiva en el relato del pasado.
De hecho, en lo que respecta al primer capítulo, este salto es prácticamente anecdótico y sólo se dan unas pequeñas pinceladas a modo de presentación de los nuevos personajes y sobre todo para tomar conciencia de que el COVID puede llevarse a nuestros seres más queridos… en este caso Antonio Alcántara.
Y para hacernos todavía más conscientes de ello, el capítulo comienza echando la vista atrás con una anciana Mercedes Alcántara recordando una comida sorpresa a su ¿ex? Antonio, que no terminará de la mejor de las maneras y dándonos el primero de los sustos respecto al patriarca de la familia.
A partir de ahí, la serie hace que reflexionemos precisamente cómo la vida te puede cambiar de la noche a la mañana y como un suceso inesperado, como en la actualidad el COVID, puede llevarte a iniciar un nuevo viaje que nunca pensarías que emprenderías.
En definitiva, un capítulo brillante que vuelve a demostrarnos que Cuéntame está más viva que nunca, con unos diálogos como el que tiene Herminia con Mercedes hablando sobre amores, quereres y necesidades que son auténtico oro; y con unas tramas que enganchan desde el primer segundo porque, la sencillez y cercanía de las mismas, nos hacen vivirlas como propias.
Todo ello por no contar con aquello que hemos dicho mil veces: que queramos o no, los Alcántara forman parte de nuestras vidas, son prácticamente de nuestra familia, y da igual lo desconectados que podamos estar de la serie, que finalmente terminamos entrando en sus historias.
Por eso que, este tan bien ejecutado salto al futuro se convierta en todo un acierto, no sólo por la frescura que pueda aportar a las tramas y al relato de la serie, sino porque todos estamos deseosos por saber cómo lucen los Alcántara en nuestros días.