Rafael Amargo aseguró anoche en Domingo Deluxe que lleva siete años sin probar la cocaína, una droga que, explicó, le hacía tener un estado de ánimo triste, y que le producía alucinaciones. Literalmente, dijo que “veía monstruos”. Además, presumía de no haber “bebido ni fumado nunca” y añadía que está haciendo “en la Universidad de Barcelona haciendo un máster de drogodependencia”, centrado en el “mindfulness y la salud mental”.
Sin embargo, su testimonio no sirvió para hacer hincapié en la lacra social que es el consumo de droga, pues dijo que cocaína no, pero que sí consume otras sustancias. En todo momento hablaba de drogas de forma ligera. “Puedo ir a tu casa con algo en el bolsillo pero no es tuyo, lo porto yo” comentaba en un momento, en referencia a si en su casa podía haber drogas.
Uno de los temas que se mencionó fue una balanza de precisión que llevaba en el bolsillo el día que fue detenido por tráfico de drogas y pertenencia a una organización criminal. Él explicaba que la misma no estaba en su casa, como muchos han señalado, aunque no quería explicar para qué servía.
Kiko Matamoros explicó que es algo que tiene “cualquier consumidor habitual” porque “si te piden tres gramos tendrás que pesar que son tres gramos” (de droga).
Criticó de forma velada y sin decir el nombre a María Patiño por haberle atacado sobre el tema de drogas y dijo que es algo que “ella tiene debajo de su casa” y no paró de hacer referencias a lo que le gusta “la fiesta”, “celebrar y divertirse”. Aseguró que en su casa no se vende droga, “se vende alegría”. “El día que tú vayas no sales, te encantaría quedarte”, le dijo al periodista Antonio Rossi al respecto.
En otro momento, Rossi quiso saber si lo que quería decir es que él compra droga para consumir, y no para vender. "Eso no te lo voy a decir, porque yo a ti no te pregunto si tú compras o no compras" dijo en un tono ligeramente enfadado. "Consumir no es delito que yo sepa" decía en otro momento de la entrevista.
Una vez más, el universo de Sálvame relativizó así el consumo de droga, como ya ocurrió el pasado diciembre cuando se detuvo a Amargo y se habló de ello en el programa. “Cada uno que haga lo que le dé la gana con su vida. La libertad del individuo está por encima de cualquier prejuicio moral” reivindicaba entonces Kiko Matamoros. Esa máxima de “cada uno que haga lo que quiera” fue defendida también por Jorge Javier Vázquez.
Ese mismo día Kiko Matamoros reivindicó que cada cual podía “matarse como le dé la gana” y que no podemos prohibir “que la gente haga lo que quiera”. En otra ocasión aseguró que para la salud pública “tiene menos riesgo vender kilos de cocaína que hacer fiestas ilegales”, haciendo ver que era poca cosa que tampoco era tanto 700 muertos anuales por sobredosis si se comparan con las víctimas que ha dejado el coronavirus.
Hay que decir que, habitualmente, Alonso Caparrós, que fue consumidor de cocaína, frena a Kiko Matamoros (o a quien corresponda) cuando se frivoliza con las adicciones. “Nos estamos refiriendo y dirigiendo a jóvenes, adultos y mayores que nos están viendo por televisión. Y no me apetece que mi hija se crea que en una fiesta que hay un montón de drogas puede hacer lo que le dé la gana. No me da la gana. El mensaje erróneo es decir que como estás en casa no pasa nada y puedes hacer lo que quieras. A mi hija ni a nadie le voy a decir eso”, dijo en diciembre.
Sin embargo, aunque estaba presente en el plató del Deluxe, anoche Alonso ni ningún otro colaborador hablaron de la droga como una enfermedad, de un problema que va contra la salud, que merma la economía de la persona, que destroza familias cada año. El propio Alonso ya narró su infierno en la droga, y cómo eso deterioró la relación con sus padres.
Parece que aquellas campañas de ‘Doce meses, doce causa’, son ya historia de la cadena. Y es que, recordemos, cada mes (o cada ciertos meses) Telecinco elegía un tema (‘Por la igualdad de oportunidades en el trabajo', 'Por el apoyo al refugiado', 'Por el fomento del deporte', 'Por una alimentación sana y una vida activa',) que se trasladaba a la audiencia a través de una serie de anuncios corporativos, que se emitían en los principales programas de la casa; a veces, el tema incluso se trataba en las series.
En marzo de 2007 el 'Doce meses, doce causas' tuvo como lema ‘Por una juventud sin droga’ y lanzaron un spot en el que jóvenes de distintos tipos y entornos que llegan de noche a una discoteca, cuya una única entrada está custodiada por un portero de aspecto siniestro.
Aunque los jóvenes tenían dudas a la hora de entrar, el portero les dejaba pasar con una sonrisa en los labios. Cuando dos de los jóvenes abren la puerta para salir, el portero los obligaba a quedarse dentro, de un portazo. “Entrar es fácil, lo difícil es salir” advertía una voz en off, como metáfora de las drogas.
Un mensaje que estaría bien recordar cuando se traten con frivolidad esas cuestiones del consumo de drogas en espacios como Sálvame, en lugar de dejar que cada cual “se mate como quiera”.