Alexia Rivas vuelve a estar en el ojo del huracán. La otrora reportera de Socialité y coprotagonista del 'Merlos Place' ha fichado por Supervivientes 2021, convirtiéndose en la tercera concursante confirmada tras Antonio Canales y Sylvia Pantoja a los que más tarde se han unido Tom Brusse, Olga Moreno y Carlos Alba.
La joven, que ha permanecido alejada de los medios de comunicación hasta este momento, tendrá una nueva oportunidad. Dependiendo de cómo juegue sus cartas, su paso por el reality de robinsones puede ser una ocasión perfecta para limpiar su imagen y resolver sus conflictos pendientes o el remate que la condene al destierro televisivo.
El pasado que persigue a Alexia Rivas
El 23 de abril de 2020, Alexia Rivas pasó de ser una reportera de un programa de corazón a uno de los personajes más buscados de la prensa rosa. Su repentina notoriedad fue generada por el famoso 'Merlos Place', que comenzó cuando Alexia en bikini se coló en una retransmisión en directo del periodista Alfonso Merlos.
Esta escena se hizo inmediatamente viral por su carácter cómico y porque, en ese momento, Merlos mantenía una relación con la colaboradora Marta López. El triángulo amoroso se convirtió en un culebrón ideal para llenar las horas de vacío del confinamiento y nutrió de contenidos todos y cada uno de los programas rosas de Mediaset, cosechando excelentes audiencias.
Además, Marta López recibió una inesperada dádiva con un suculento contrato como colaboradora mientras Alexia optó por abandonar Socialité y cambiar el periodismo del corazón por la rentable frivolidad del mundo de los influencers.
Así, este escándalo, que llegó a alcanzar dimensión internacional al aparecer en el programa de Whoopi Goldberg, se convirtió en un inesperado win-win para las dos implicadas en términos económicos. Por su parte, Alfonso Merlos vio perjudicada su reputación y recibió un varapalo laboral al pertenecer a una esfera más conservadora en el que pesa mucho el qué dirán.
Su rivalidad con Marta López, un reclamo envenenado en Supervivientes
En el concurso, Alexia Rivas tendrá que convivir con Marta López, la otra arista femenina del triángulo de Merlos. El reclamo obvio de su coincidencia en el reality es que brote la disputa, se descubran datos hasta ahora desconocidos del 'Merlos Place' y que, aprovechando que el Ulúa pasa por Honduras, Sálvame y demás programas del corazón puedan refreír un drama de folletín que ya huele a chamusquina.
Este es el primer punto en el que Alexia Rivas debería propiciar un giro de guion para comenzar a restaurar su reputación. Para empezar, tanto ella como los espectadores tendrían que percibir el olor a naftalina que desprende que el conflicto de dos mujeres en teoría engañadas por el mismo hombre se utilice, aunque no se explicite como tal, como uno de los reclamos de esta edición de Supervivientes.
Una vez superado este punto, la periodista podría, y debería, optar por llevarse bien con Marta López ya que, a pesar de sus diferencias, estaban en el mismo palafito cuando el temporal Merlos arreciaba.
El reality show como estrategia de relaciones públicas
Más allá de su relación con Marta López, participar en un reality show es una oportunidad extraordinaria para que Alexia Rivas pueda resurgir de sus cenizas. Este género televisivo, caracterizado por buscar la acción orgánica entre sus participantes, permite que los famosos que se aventuran a participar puedan evolucionar y reinventarse ante los ojos del público.
La reputación de la periodista, forjada en el escándalo a través de las opiniones de colaboradores y presentadores de Telecinco, se convertiría así en un metal maleable al que la reportera podría dar una nueva forma. Por mucho que tenga enemigos declarados en la cadena, Supervivientes le permitirá tener un contacto directo con el espectador, ya que la magia de la telerrealidad reside en el desnudo de las emociones.
Solo el tiempo dirá si Alexia Rivas consigue sobrevivir al escándalo o, por el contrario, es masticada por las fauces del lobo en las que ella ha decidido adentrarse. Sea como fuere, su paso por el reality dejará claro si solo estamos ante una joven cegada por sus ansias de fama, una profesional a la que un affaire le jugó una mala pasada o una mente con gran astucia mediática capaz de eclipsar a la mismísima Olivia Pope.