La tercera entrega de Rocío, contar la verdad para seguir viva arrancó este domingo con la presentadora Carlota Corredera leyendo un comunicado. En él, los productores de la serie documental, Óscar Cornejo y Adrián Madrid, querían dar su versión sobre la gestión de este programa televisivo, y aclarar algunas noticias que se han dado en los diferentes medios de comunicación en las últimas semanas.
“Desde que se supo que Rocío Carrasco había decidido hablar tras 20 años de silencio hubo quienes la volvieron a victimizar automáticamente y la atacaron con el argumento de que lo hacía por dinero y lanzaron cifras escandalosas para menoscabar su credibilidad” explicaba Carlota Corredera. “Varios medios de comunicación de este país se han recreado en esa mentira multiplicándola sin ni siquiera contrastarla y repitiéndola incluso cuando había sido desmentida oficialmente”, añadía, en referencia al millón de euros que se ha dicho que cobró por este programa.
En el comunicado también se explicaba que “desde el primer contacto Rocío Carrasco nos dijo que quería hablar únicamente porque necesitaba contar su historia públicamente y porque se lo había recomendado el equipo de psicoterapeutas que la trata como parte de su recuperación” y que la hija de Rocío Jurado “ha soportado durante años que se hablara sobre ella o por ella, y solo cuando se ha sentido preparada, ha querido hablar en primera persona, desde el corazón”.
“Esta catarsis que estamos viendo semana tras semana, está siendo realmente liberadora para ella, según han corroborado sus psicoterapeutas” se continuó explicando, para aclarar a continuación que ni Rocío Carrasco ni su marido Fidel Albiac “pidieron dinero a esta cadena o a esta productora, jamás nos exigieron nada a cambio, ni dinero ni ninguna otra contraprestación, solo querían que ideásemos un formato que le permitiera explicarse con libertad y sin ser interrumpida ni juzgada”.
Sobre el caché de Rocío Carrasco, fue la propia productora quienes consideraron que “tenía que recibir una contraprestación por la intensa labor desarrollada en las cuatro semanas de rodaje”, sin indicar del importe.