El anuncio de la creación de la Superliga europea ha removido los cimientos del fútbol europeo, amenazando con cambiar la organización del deporte rey tal y como lo conocemos y, por supuesto, de sus derechos de retransmisión.
Y es que detrás de este gran cambio se encuentran precisamente los ingresos generados por estos derechos. "Las redes han cambiado la forma de comportarse y el fútbol tiene que cambiar y adaptarse a los tiempos que vivimos. El fútbol iba perdiendo interés, se nota en que las audiencias van bajando y los derechos disminuyendo y algo había que hacer", explicaba este martes en El Chiringuito de Jugones el presidente del Real Madrid y de la Superliga europea, Florentino Pérez.
"La televisión tiene que cambiar para que podamos adaptarnos. Los jóvenes ya no tienen interés por el fútbol, ¿por qué no? Porque hay muchos partidos de escasa calidad y no les interesa, tienen otras plataformas para distraerse", añadía el dirigente.
Sin embargo, esto no es del todo cierto. No al menos en lo que se refiera a las audiencias. Y es que éstas han bajado debido a que los derechos de emisión de los partidos han pasado de manos de la televisión en abierto a la televisión de pago.
Durante los últimos años, la burbuja del fútbol ha ido engordándose tanto que las cadenas en abierto han optado por retirarse de las pujas por los derechos, dado que era muy difícil rentabilizar tamañas sumas de dinero.
Así nos hemos encontrado que sólo emporios como el de Telefónica -hasta Vodafone se retiró de la guerra del fútbol- podían asumir pagar 1.000 millones por tres temporadas de Champions League o 3.400 por tres de LaLiga.
Con estas, la última final de Champions League disputada por dos equipos extranjeros, la de 2013 entre Bayern de Múnich y Borussia de Dortmund, consiguió 4,2 millones en abierto; mientras que la de 2019 entre Liverpool y Tottenham apenas alcanzó 1,2 millones en Movistar.
Y lo mismo ocurre con partidos de Copa del Rey o de LaLiga, que alcanzan grandes datos cuando se emiten en abierto. De hecho, la final de la Copa del Rey disputada el pasado sábado entre el Athletic de Bilbao y el FC Barcelona lograba un 35,1% y 6 millones de espectadores.
Y ni qué decir de los Mundiales de fútbol o la Eurocopa. En 2018, por ejemplo, tanto los partidos disputados por España (70,8% y 11.797.000) como todos losemitidos en Telecinco (45,6% y 5.811.000) superaron los registros obtenidos en el anterior Mundial de Brasil (63,1% y 10.007.000 y 43,2% y 6.531.000, respectivamente). Pero, eso sí, Mediaset 'sólo' pagó 40 millones de euros por 64 partidos.
Las motos caen en el olvido televisivo
Inevitablemente el caso del fútbol recuerda al de las motos, que también pasó de emitirse en abierto al pago con una importante pérdida de audiencia y, por ende, de aficionados.
Hasta el año 2014, el Mundial de MotoGP se podía ver en su totalidad en Mediaset España. Sin embargo, en 2015 el grupo liderado por Paolo Vasile optó por compartir gastos con Movistar y emitir sólo ocho premios en abierto y un año después sólo cuatro.
Según entonces, el acuerdo entre Telefónica y Mediaset España respondía a "la necesidad estratégica de ambas compañías de avanzar hacia un sistema mixto en la explotación conjunta de derechos deportivos". Según fuentes del sector, el precio de los derechos ascendían a unos 25 millones de euros.
Tras aquello, las motos pasaron a emitirse de forma exclusiva en Movistar hasta que en 2018, Dorna, la propietaria de los derechos de MotoGP, negoció con la plataforma de streaming DAZN la emisión de las siguientes cuatro temporadas.
Una compra que ha terminado por arruinar a dicha empresa ya que, según fuentes de Adslzone.net, estaría perdiendo grandes sumas de dinero al mes debido a que sólo ha conseguido alcanzar unos 125.000 suscriptores. Es decir, que las carreras de motos han pasado de fácilmente superar los 3 millones de espectadores a apenas poco más de 100.000.
Como defienden en Motosan, el problema del modelo que Dorna visualizó fue confundir que esos 3,5 millones de espectadores eran apasionados de MotoGP dispuestos a pagar por ello. Algo que también podría pasar con el fútbol.
De hecho, según el director de Televisión de Vodafone España, Ignacio García-Legaz, e la hora de decantarse por una oferta de televisión de pago, el cine y las series internacionales son decisivas en un 85% y 72%. El fútbol, sin embargo, se quedan en el 51%.