La pasada semana, durante el estreno de MasterChef, uno de los aspirantes enamoró a la audiencia con su historia personal: el extremeño José María, de 18 años. El joven contó que vivía con su abuela, pues su madre era toxicómana, que no conocía a su padre, y que una de sus hermanas falleció a los 9 meses. Además, su abuela Josefina, la persona más importante de su vida, ahora padecía Alzheimer, y él no se podía ocupar de ella porque estaba estudiando cocina.
Su aventura en el programa, sin embargo, ha sido demasiado breve: José María se convertía anoche en el segundo expulsado de MasterChef, tras fallar en la elaboración de un pollo campero. Tenía más tiempo que otros compañeros de expulsión, y también un producto más sencillo, pero no fue suficiente. Según los jueces, se le quedó la carne quemada por fuera y cruda por dentro. Un plato “incomestible”, según Samantha Vallejo-Nágera.
José Mari se había convertido en un compañero muy querido para los demás aspirantes, que no paraban de llorar, y de narrar cómo habían conectado con su historia. Los jueces también sintieron un especial cariño por su historia de superación, y le dijeron que tendrían los restaurantes abiertos para él, y que podría pedirles ayuda cuando lo necesite, incluso al a dirección del programa.
Alaska, tentada para ‘MasterChef Celebrity’
En el programa de ayer se celebraban las 200 entregas de MasterChef, y para ello acudieron diversas celebridades y chefs de prestigios. En la primera prueba el programa dio la bienvenida al chef Ángel León y a Alaska y Mario Vaquerizo.
Mario recordó con cariño su paso por el programa, pues fue finalista de la edición de 2018 de MasterChef Celebrity, en el que demostró ser mucho más disciplinado de lo que podría parecer. Nada más llegar, Samantha le preguntó a Alaska que cuándo se iba a animar ella a participar, “que lo estamos deseando”.
La cantante, sin declinar la invitación, explicó que tiene “una cuestión complicada: tengo un problema en la manipulación de animales”. Vaquerizo dijo entonces que le dejasen participar de nuevo y que irían por parejas: él manipularía los animales y ella haría el sofrito.
Más tarde, Jordi Cruz le regaló uno de los libros del programa a Alaska, “para cuando vengas a MasterChef”. “¿Te apuntamos ya?” le preguntó Samantha. “Vale, apuntadme ya, pero primero paso por el campamento. Como espere mucho voy a tener que ir a los séniors directamente”, bromeó la intérprete de ‘A quién le importa’.