Rocío Carrasco pondrá este miércoles el broche de oro a la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva, en la que ha roto su silencio de dos décadas para desmontar la imagen que los medios -y especialmente Telecinco- tenían de ella.
La hija de Rocío Jurado se sentará de nuevo en el plató del programa para responder a todas las preguntas que se le planteen y hacer balance de los 13 episodios que ha tenido este formato histórico. "Quería deciros a todos que el próximo miércoles me gustaría ir a plató para hacer el cierre del ciclo", anunciaba en directo durante la emisión de la última entrega.
A pesar de este cierre simbólico, lo cierto es que la relación entre Rocío y Telecinco podría no haber hecho más que empezar, pues con el final de la serie se abre para ella un abanico de posibilidades profesionales a explorar en la cadena.
Para empezar, ya se conoce que la serie documental va a contar con una segunda parte. Mediaset todavía no ha dado detalles sobre las próximas entregas, pero todo apunta a que Rocío Carrasco volverá a ser la gran protagonista. A ella podrían sumarse otros testimonios vitales en su historia, como el de su marido, Fidel Albiac, cuyas palabras en el programa del pasado 21 de abril vaticinaban que también estaba dispuesto a romper su silencio.
Durante su conexión por videollamada con el plató, Fidel respondió a las preguntas sobre su situación personal de la siguiente forma: "El debate no es ese, eso será en otro formato, en otro sitio, si las partes lo quieren, que se esclarezcan aspectos personales. A mí se me ha dicho de todo ya, no tengo nada en contra de María Patiño y lleva razón en que el silencio ha perjudicado".
Más allá de esa segunda temporada de Rocío, contar la verdad para seguir viva, el porvenir laboral de Rocío en Mediaset puede pasar por otros formatos que nada tengan que ver con su historia personal, retomando así su faceta como colaboradora y presentadora. La hija de Pedro Carrasco ha desarrollado buena parte de su trayectoria televisiva en la compañía de Vasile, desde que se estrenara en Cita con Apeles en 1997 hasta su última oportunidad como presentadora en Hable con ellas entre 2014 y 2016.
Hay que recordar, además, que Rocío Carrasco guarda una estrecha amistad con David Valldeperas, director de Sálvame que trabaja en la misma productora que se ha encargado de realizar la serie. El catalán ha sido a menudo el nexo entre Rocío y Telecinco; de hecho, fue él quien la llamó para ficharla en Hable con ellas, tal y como ella misma ha contado en uno de los episodios del documental. Ahora, con Antonio David apartado de la cadena y con la imagen pública de Rociito restablecida, podría llegar su gran oportunidad para trabajar de nuevo en televisión.
El aspecto que marque el futuro profesional de Rocío Carrasco en los platós de Fuencarral será, probablemente, la permanencia o no de su hija en la misma cadena. Rocío Flores actualmente colabora en El programa de Ana Rosa y en los debates de Supervivientes, pero tras el final del reality podría dejar de estar vinculada con Telecinco, lo cual allanaría el terreno a su madre.
Sin embargo, las opciones de vincularse laboralmente con Telecinco pueden complicarse si las conversaciones entre Rocío Flores y Unicorn Content acaban llegando a buen puerto. La hija de Antonio David está negociando con la productora, participada por Mediaset y de la que Ana Rosa Quintana es accionista mayoritaria, para responder al testimonio de su madre contando su versión de la historia en un formato similar a Rocío, contar la verdad para seguir viva. De materializarse esta intención, cabe esperar que Rocío Carrasco opte por apartarse de la cadena para no compartir tiempo ni espacio con su hija.
Sea como fuere, parece inevitable que el resurgir emocional de Rocío Carrasco acabe desembocando también en su renacer mediático. La hija de 'la más grande' se muestra cómoda ante la cámara, los platós son su medio natural y ahora, tras compartir con el mundo lo que llevaba tanto tiempo callando, reconoce que se siente "más fuerte y segura", dispuesta a no volver a esconderse por miedo. Toda una declaración de intenciones con la que cerró el último episodio del documental: "Estoy aquí, que venga el que quiera. Ya está bien de amedrentarse. Que haga cada uno lo que quiera, que aquí estoy".