Paz Padilla es, desde hace años, un rostro imprescindible de Telecinco. Es una mujer polivalente que encaja en casi cualquier formato ya sea como presentadora, como actriz o como jurado de algún talent show.
En estos días hemos conocido que la gaditana estará al frente de la nueva edición de La última cena, que vuelve a Telecinco este jueves a partir de las 22:00 horas. De nuevo, Paz tomará el testigo de Jorge Javier Vázquez, el conductor de la etapa anterior. Un formato en el que ella tiene ya experiencia, pero como anfitriona. Y es que recordemos que fue una de las cocineras en los especiales navideños, y que guisó codo a codo con el cineasta Santiago Segura.
Al presentar La última cena, Telecinco compensa de cierta manera su salida de Got talent, talent show que graba estos días en Madrid su nueva temporada. “Ha sido algo que me ha hecho mucho daño. Me han dicho que yo no estuve al 100%. Yo era humorista, durante un año oculté que mi marido estaba malo. Lo dejaba dándose su tratamiento y me iba a trabajar, a ser graciosa. Nadie lo notó, me dijeron 'tú tranquila, que vas a seguir trabajando', pero no. No me importa, si hoy tuviera que hacerlo, lo volvería a hacer”, dijo hace unas semanas en Mi casa es la tuya sobre esa misma marcha.
25 años desde su debut como presentadora
A Paz Padilla la conocimos en primer lugar como humorista. Ella era una de las ‘maestras del humor’ del programa Genio y Figura de Antena 3, en el que también trabajaba Chiquito de la Calzada. Su particular forma de contar chistes le hicieron destacar por encima de otros compañeros a los que ya se ha perdido la pista en televisión, como Pilar Sánchez, Manolo Mármol o Felipe Segundo.
En agosto 1996, hace ya 25 años, Paz cambia de cadena y da el salto a Telecinco con un gran reto: convertirse en presentadora. Y nada más y nada menos que como sustituta de Belinda Washington durante sus vacaciones de verano, para ponerse al frente de ¡Qué me dices!, que se emitía en la franja de sobremesa. Un programa de corazón muy gamberro que puso los cimientos de lo que luego fue Aquí hay tomate o Sálvame.
¡Qué me dices! demostró que Paz era mucho más que una humorista al uso. Tras su famosa sonrisa había una gran comunicadora capaz de contar todo tipo de historias, propias y ajenas. Que iba sobrada de frescura, y que sabía enamorar a la cámara como pocas. Como compañero tuvo a Chapis, con el cual se reencontró en Sálvame en el año 2017.
“Qué alegría me da verte. No sabéis lo que a mí me ayudó este hombre. Me ayudó mucho” explicó entonces Paz, que explicó que durante su primera etapa en ¡Qué me dices! estaba embarazada de su hija Anna Ferrer, y que no paraba de llorar. “Lloraba y lloraba y Chapis me decía no llores más. Y yo le decía, pero Chapis, es que estoy triste. Se encendía la luz y me hacías que cambiara y nos reíamos y cuando salía de ahí, salía nueva” dijo Paz.
Aquella primera sustitución permitió a Paz comenzar su carrera como presentadora. Telecinco apostó por ella al verano siguiente para ¡Hola, hola, hola!, un concurso muy simpático en el que tres famosos iban al plató. Se hacía preguntas comprometidas como que cuál de los presentes se metería en una cama con tres personas a la vez; el público en plató daba su opinión, y los invitados también. La celebridad que coincidiese con el voto del respetable ganaba.
De forma paralela, Paz siguió vinculada al mundo del corazón, y continuó como presentadora temporal de ¡Qué me dices! hasta su final, en 1998, en una entrega en la que participaron todos los conductores de aquel espacio.
La primera regla de ‘Sálvame’ es que no hay reglas
El resto de Paz Padilla ya es historia viva de la televisión. Fue una habitante de Marte en Crónicas Marcianas, se convirtió en actriz y protagonizó series como Mis adorables vecinos y ¡Ala Dina!, y continuó presentando concursos como Luna de miel y magacines como Paz en la tierra.
En octubre de 2009, Paz se puso por primera vez al frente de Sálvame, volviendo a retomar el contacto con el mundo rosa una década después del final de ¡Qué me dices! En principio iba a ser algo puntual, una vez a la semana, para que Jorge Javier descansase de la versión diaria y Deluxe del programa.
El día que Vázquez le dio la alternativa ella preguntó que cómo funcionaba el formato. “Esto no funciona, Paz” le respondió en tono de broma Jorge Javier. “La primera regla es que aquí no hay reglas”, añadía. “Entonces mi papel será poner un poco de orden en todo esto, ¿no?” preguntó Paz, quien supo hacerse muy bien con el control de aquel cortijo, en el que continúa al frente once años después.