Alba Carrillo y Lucía Pariente eran las cocineras del programa La última cena emitido este jueves. La modelo y su madre tuvieron que elaborar un menú que tenía como ingrediente principal del primer plato anguila, y por ello tuvieron este pescado vivo en el plató, dentro de una pecera.
Durante la emisión de Sálvame, Carrillo y Pariente empezaron a cocinar. Alba se negó a trabajar con el pescado porque le daba pena. “Pobrecita mira qué aletas, no, no, no...”, pedía la modelo, por lo que su madre tuvo que hacerle frente en solitario.
Paz Padilla, la presentadora, aprovechó que a Lydia Lozano le dan miedo las anguilas para jugar con ellas, sacándolas del agua y persiguiendo a la periodista.
Esa actitud fue muy criticada en Twitter, donde calificaron el comportamiento de Paz Padilla como maltrato animal. También provocó críticas el momento en el que Lucía Pariente sujetaba la anguila para matarla, y cuando la anguila, ya degollada, siguió moviéndose en la sartén por su sistema nervioso.
“¡Ay, qué fatiga! Es que es muy fuerte que se mueva una cosa sin cabeza” decía Alba Carrillo al respecto, asustada. “¡Coño, como las gallinas!”, exclamaba su madre para tranquilizarla.
Finalmente, los chefs suspendieron el trabajo de Lucía y Alba con la anguila, y tampoco la disfrutaron los comensales. “David, como me coma esto, vomito”, advertía Paz Padilla al director, para después terminar con náuseas reales. “Está cruda, te juro por mi madre que está cruda”, insistía Paz.
Eso solo hizo que las críticas continuasen, pues después de haber jugado con la anguila viva y haberla matado delante de las cámaras el plato no pudo siquiera comerse.