Este miércoles el torero Manuel Díaz ‘El Cordobés’ se convertirá en el protagonista de la nueva edición de Lazos de sangre. Tal como ha adelantado Televisión Española, su relato va a remover a la audiencia pues desvelará “cosas que creo que es el momento de contar”, según las palabras del propio Díaz, que recorrerá su vida desde que era un niño que soñaba con ser torero hasta su lucha judicial para ser reconocido como hijo de Manuel Benítez.
A lo largo de los años, Manuel Díaz ha hablado muchas veces de sus raíces. En el programa En la tuya o en la mía, de TVE, le dijo a Bertín Osborne que “la vida que he tenido es muy dura, no se lo deseo a nadie el vacío que tengo en mi alma cuando mis hijos me preguntan: ¿y el abuelo dónde está?”. Incluso que se hizo torero para captar la atención de Benitez, que se negaba a reconocerle como hijo. También trató ese tema años después en Mi casa es la tuya, en Telecinco, donde conocimos a su hermano Julio Benítez. “Yo iba buscando a un padre y me encontré con un hermano”, dijo entonces.
Más allá de su trayectoria personal, relacionado con esa vertiente más rosa, lo que no podemos negar es que Manuel Díaz El Cordobés ha dejado grandes momentos televisivos mostrando su lado más humano y divertido. Y es que, si lo pensamos, es un auténtico concursante profesional, que no tiene miedo a ningún tipo de retos.
Más allá de concursos culturales como El juego de los anillos o Pasapalabra, donde también ha participado, El Cordobés ha demostrado su versatilidad y su juego televisivo en todo tipo de formaros. Así, por ejemplo, fue uno de los concursantes de la segunda edición de El Club de Flo, el programa de monólogos de laSexta que en aquel lejano 2006 ganó Eva González. Terelu Campos, Mayra Gómez Kemp o Soraya Arnelas fueron algunos de sus compañeros, aunque no se metió a la audiencia en el bolsillo y fue el sexto eliminado.
En 2014 concursó en ¡A bailar!, presentado por Mónica Naranjo, y donde precisamente volvió a medirse contra Soraya Arnelas. En aquella ocasión, Manuel estuvo acompañado de su esposa Virginia Troconis como pareja de baile. Y con Virginia volvimos a verle en MasterChef Celebrity en 2016, aunque su concurso dejó mucho de qué desear pues estaba más pendiente de ayudar a su esposa que de hacer sus propias tareas.
Del currículo catódico de Manuel, sin embargo, hay un proyecto un tanto olvidado que resulta especialmente llamativo: Padres lejanos, un reality show de Cuatro que seguía el camino abierto por el programa Hermano Mayor.
En él, seis padres y sus hijos debían solucionar sus problemas en la Patagonia argentina, para pastorear más de dos centenares de vacas para venderlas en un mercado de ganado. Manuel, que sabía bien lo que es tener una relación paterno filial complicada, fue presentado como mentor, como coach familiar. Con él además había un equipo de psicólogos y terapeutas (así como un capataz) para mediar en las discrepancias.
“No buscamos un culpable, sino resolver los conflictos”, explicaba Manuel en su primer gran trabajo televisivo. “Hay un antes y un después en mi vida tras mi paso por Padres lejanos”, reconocía Díaz, y aseguraba que “creció como persona” con su grabación.
Las audiencias no empezaron mal, superando la barrera del millón de espectadores en el primer capítulo. Poco a poco el formato de Plural Entertainment y La Competencia fue perdiendo interés, y solo se destacaba en prensa algunos recuerdos de El Cordobés sobre su padre ausente por encima de las experiencias de los participantes. Su último capítulo cerró con 288.000 espectadores y un 5,9% de cuota de pantalla, lo que no le permitió la renovación y pasó pronto al olvido televisivo.