Es posiblemente el cocinero más famoso de la televisión en España. Karlos Arguiñano lleva décadas enseñando a cocinar recetas frente a millones de espectadores que han crecido viendo sus fogones. Una extensa trayectoria en los medios que no ha hecho que su vida personal trascienda más de lo deseado. Si bien es cierto que su rostro es reconocido por la inmesa mayoría del público, son escasas las ocasiones en las que el chef deja entrever su lado más personal. Oportunidad que el equipo de laSexta Noche ha tenido con motivo de la grabación de una pieza reportaje que ha sido emitida este sábado.
El guipuzcoano recibió en el estudio de su programa Cocina abierta, que se emite de lunes a viernes en Antena 3 a las 13:30h, al equipo del citado espacio. Durante la charla que mantuvo con el periodista José Yélamo, Arguiñano contó, además de algunas aventuras y desventuras profesionales, episodios de su vida con los que reveló uno de los aspectos más desconocidos de su persona: su ideología política.
"Vengo del metal, del mundo obrero. Eso no se me ha quitado, lo sigo teniendo. Al final me he hecho empresario, pero tengo el puntito ese de rojillo que tenía cuando tenía 16 años", dijo el cocinero, que quiso explicar que sus orígenes familiares poco tenían que ver con esa tendencia de izquierda. "Mi padre era muy pobre, pero era de derechas. Y no lo entendí nunca", afirmó Karlos, que reveló uno de los férreos pensamientos de su progenitor. "Él era de la División Azul y me negaba el Holocausto. Gritándome, claro", afirmó Arguiñano, que reconoció que pese a su discrepancia de pensamiento jamás ha renegado de él.
Además de hablar de sus orígenes familiares, Arguiñano aprovechó la visita a sus cocinas de laSexta Noche para dar su parecer respecto a la política actual. Opinión que, sin embargo, no deja a nuestros dirigentes en muy buen lugar. "No les veo que se unan para el bien común, sino para el bien propio o de sus partidos. No se han unido ni en una pandemia. Cambiaría a todos los políticos y que vengan otros", confesaba Karlos frente a José Yélamo. Un descontento por parte del cocinero que, según él, se debe a que la clase política "ni han sido empresarios ni han creado puestos de trabajo".
Consciente de su gran influencia en los medios de comunicación, reconoce que jamás se ha visto tentado a entrar en política. Hecho que no se ha planteado y que nucas le han ofrecido, a tenor de las declaraciones del chef. "Conmigo dicen que se ha perdido un gran cura por los sermones que echo", terminó diciendo Arguiñano haciendo uso de su conocido sentido del humor. Una entrevista amena y distendida en la que los espectadores pudieron conocer un poco más del que es una de las estrellas más solventes de la televisión en nuestro país.