Rocío Carrasco y Julián Muñoz, dos docuseries que se contradicen y muestran la incoherencia de Mediaset
Telecinco apuesta esta temporada por recoger el testimonio de Julián Muñoz en relación con su noviazgo con Isabel Pantoja, un documental que ya cuenta con detractores.
8 enero, 2022 02:06Noticias relacionadas
Mediaset España ya tiene preparado el que será uno de los bombazos informativos en el mundo del corazón en esta temporada: la docuserie de Julián Muñoz. No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad es el nombre que han puesto a una entrevista realizada a modo de documental en la que el exedil de Marbella contará los entresijos de su relación sentimental con Isabel Pantoja. Un noviazgo que nació en el año 2003 y que terminó en 2009, después de que el que alcalde fuera condenado a 20 años de prisión por cometer varios delitos de cohecho, malversación de fondos públicos, prevaricación urbanística y fraude en la archiconocida Operación Malaya.
Sin haber cumplido la totalidad de su pena, el que un día fue el todopoderoso alcalde de la ciudad más relevante de la Costa del Sol pudo poner fin a su cautiverio, de forma condicional, en el año 2016. Su defensa acreditó a través de informes médicos que Muñoz padecía una "pluripatología grave e incurable". Una situación que ratificó el juzgado en junio del 2021 al concederle el tercer grado, ya que se consideró su estancia en prisión incompatible con la vida. Cinco años lleva Muñoz en libertad pese a la pena que un día le impuso la justicia, tiempo en el que ha participado en varios medios escritos a modo de exclusiva, siempre bajo pago, en los que ha relatado algunas de sus desventuras con la tonadillera.
¿Se está haciendo con Isabel Pantoja lo mismo que se hizo con Rocío Carrasco?
Isabel Pantoja es una de las personas más famosas de nuestro país. Una inmensa popularidad que la ha llevado a ser noticia de manera perpetua en la prensa rosa a lo largo de su vida. Cuestión ante la cual, la tonadillera ha optado en los últimos siete años -desde que en 2014 salió de la cárcel- dar la callada por respuesta. Si bien es cierto que la artista ha participado en el mundo de la farándula a lo largo de su dilata carrera profesional, sus apariciones para hablar sobre intimidades se han visto reducidas a casi cero en los últimos años. Una decisión con la que ha dejado de percibir importantísimas sumas de dinero que generarían su desahogo mediático.
El pasado resulta algo demasiado doloroso para Pantoja, que rehúye totalmente hablar de su etapa en prisión y de su relación con Julián. Dos asuntos candentes en su vida y de los que tampoco habló durante su concurso en Supervivientes 2019. Recluida en los muros de su casa en la finca Cantora, la intérprete de Marinero de luces pasa los días ajena, o eso creemos, a los incontables comentarios que se vierten cada día sobre su persona. Un aluvión de críticas muy negativas que salen de boca tanto de sus propios familiares como de los comentaristas y periodistas dedicados a la crónica social y que no la suelen dejar en un buen lugar.
El apellido Pantoja se cotiza al alza, y bien lo saben tanto los medios de comunicación como las personas más cercanas a la artista. Prueba de ello fueron los especiales de Cantora, la herencia envenenada, en los que Kiko Rivera destrozó públicamente la figura de su madre. Un testimonio que dibujaba a una mujer sobrada de ambición y escasa de sentimientos. Sin duda un gran varapalo para la artista que, según sus más allegados, convive con un enorme penar agraviado por la reciente muerte de uno de sus más grandes pilares: su madre.
Hace poco más de nueve meses se destapaba en Telecinco la que calificaron como "la gran mentira del mundo del corazón". La docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva, no solo sirvió para que millones de espectadores conocieran de boca de Rocío Carrasco las vivencias que durante dos décadas aireó a conveniencia Antonio David Flores, sino también el cuestionamiento de cómo la prensa rosa ejerció de altavoz mediático. Una realidad de la que se exculparon los propios ejecutores tras escuchar la dureza del testimonio de la hija de Rocío Jurado.
"Todos tenemos un poco de vértigo por lo que va a pasar después de la noche de hoy, pero desde luego, creo que, si hay algo que no podemos dejar a un lado es que en el periodismo hay que empezar a exigir pruebas como no se habían exigido hasta ahora. Por lo menos en nuestro gremio", expresó Carlota Corredera nada más terminar la emisión de los dos primeros capítulos.
Presentadores y colaboradores reconocieron entonces la falta de empatía que habían ejercido con una mujer que permanecía callada ante la presión mediática que generaban las declaraciones de su exmarido. Una situación verdaderamente asfixiante que pudo terminar con una muerte autolítica de la hija de Rocío Jurado. "Tenía claro que no quería ver lo que se venía. No quería volver a sentir miedo, ni vergüenza, ni cuestionada", explicó Rocío ahogada en lágrimas cuando relató el motivo de su intento de suicidio, circunstancia que vino acontecida de la irrupción de su propia hija en televisión y el gran temor que le suponía tan solo imaginarse volver a verse en el ojo del huracán.
El hermetismo autoimpuesto en el que vive Isabel Pantoja hace muy complicado saber cómo es la vida de la tonadillera en estos complicados momentos. Distanciada y enemistada con sus propios hijos, más concretamente con Kiko Rivera, y sobrellevando la desaparición de su madre, la tonadillera se enfrenta en pocas semanas a las declaraciones que Julián Muñoz. Una docuserie que ya adelanta ser todo un ataque para la imagen pública de la cantante a juzgar por el cebo de la misma. "Me salió muy cara" o "Me dejó de querer cuando se me acabó el dinero" son algunas de las frases que se pueden sustraer de los pocos segundos que han salido a la luz. Declaraciones de Julián durante la entrevista realizada por Paloma García-Pelayo, una de las más firmes defensoras de Rocío Carrasco que sin embargo no parece compartir la misma empatía con Isabel Pantoja pese a la difícil situación por la que estaría atravesando.
Dos docuseries con Rocío Carrasco y Julián Muñoz como protagonistas. Dos personajes muy diferentes que podrían traducirse como la víctima y el verdugo de sus respectivas historias. Una encrucijada a la que se enfrenta Mediaset, que pone el altavoz a un hombre condenado por la justicia para machacar públicamente a la mujer con la que compartió unos años de su vida. Una intervención que por supuesto suscita mucho interés mediático, pero que a la vez saca a relucir si es o no lícito pagar a personajes que han infringido la ley y cuya condena no ha sido cumplida. Incumplimiento que si bien es cierto que tendría que ver con un delicado estado de salud, ya ha posibilitado que el exedil más famoso de España disfrute de una cierta calidad de vida lejos de la cárcel donde un día le llevaron sus delitos.