Se ha convertido en la gran sorpresa televisiva de la temporada. El Benidorm Fest ha cosechado un interés que pocos pronosticaron hace escasos meses, cuando se dio a conocer que el descatalogado Festival de Benidorm se reformularía para crear la preselección de España de cara a Eurovisión. La buena selección de los participantes, una comunicación bien gestionada y una infraestructura que hasta el momento jamás se había desplegado en nuestro país para este fin, han sido los ingredientes para que Benidorm Fest haya conseguido gustar. Un fenómeno en el que las canciones candidatas han logrado romper prejuicios y traspasar la frontera del apasionado público eurofan, para así también entusiasmar a una parte de los espectadores que habitualmente no siguen el evento musical en Europa.
El primer pistoletazo de salida ha sido bastante bueno, lo que no quita para que de cara a ediciones venideras se tengan que perfilar algunas de las cuestiones del formato. Fallos o elementos mejorables que resultan lógicos de la inexperiencia con la que se cuenta en las primeras veces. Con sus aciertos y errores, no cabe duda de que RTVE ha dado un paso de gigante en lo que respecta a Eurovión, un festival cuyos responsables anteriores no supieron explotar. Tal y cómo se puede comprobar fehacientemente ahora.
Hace escasamente dos años Toñi Prieto, que por entonces era la responsable de contenidos de entretenimiento de TVE, lamentaba no poder contentar a los eurofans que le suplicaban realizar una preselección de altura. "En un estadio no es pensable hacer una preselección", declaraba la directiva ante las preguntas de la prensa. Negación que, según ella, tenía como razón el total desinterés y escasa audiencia que las galas para escoger la candidatura para Eurovisión generaban habitualmente. Un posicionamiento un tanto derrotista en el que se atrevía a señalar el gran problema con el que cada año se topaba a la hora de buscar quién iría al festival. "En general muchos artistas no quieren ir a Eurovisión, lo ven como algo maldito" , apuntaba Toñi. Palabras que evidenciaban que para ella y su equipo esta cuestión suponía una 'patata caliente' con la que se veían obligados a batallar en cada temporada.
El tiempo no ha dado la razón a la que fuera una de las caras visibles más conocidas de la directiva de RTVE, y es que tras su marcha y la renovación total del equipo, la cadena pública parece haber dado con la tecla. Si bien es cierto que entre la lista de concursantes de la primera edición del Benidorm Fest no se encuentran las primeras espadas de la música nacional, nombres interesantes e incipientes en el mundo artístico se han atrevido a aceptar el reto de participar. Una apuesta que a todos ellos les ha salido redonda a juzgar por las cifras de reproducciones que sus respectivas canciones registran en los portales musicales más relevantes. Artistas como el dúo Azúcar Moreno, que antes de esta experiencia han sido noticia por cuestiones ajenas a la música, han vuelto a la escena con una buena acogida y pese a que no pasaron a la final. Respuesta que se traduce en millones de reproducciones que también han experimentado cantantes como Luna Ki, retirada a última hora, Javiera Mena, Marta Sango o Chanel. Esta última ha pasado de ser una total desconocida a una de las favoritas del concurso por parte del público y el jurado, fenómeno que demuestra que este festival también puede ser un buen trampolín para dar a conocer a nuevos talentos tal y cómo en los años 70 ya lo hizo su precursor.
Reseñable es también el éxito de Tanxugueras, que han pasado de la popularidad regional a ser famosas nacionalmente, Varry Brava y, como no, Rigoberta Bandini. La artista, que tuvo cierta notoriedad pública a partir de temas como 'Perra' o 'A ver qué pasa', se ha consagrado con 'Ay mama', que copa los primeros puestos de las listas de escucha en España. Una innegable repercusión que ha conducido que su tema sea la banda sonora de programas de televisión en cadena privadas y que sean muchos los que ya tararean el estribillo de su canción.
Dado esta buena respuesta, todo hace pensar que la próxima edición de Benidorm Fest contará con un interés extra por parte de figuras musicales consagradas. artistas que estarían comprobando cómo la valentía de participar en un evento de estas características pueden abrirles las puertas a un mayor mercado, indiferentemente de que se gane o no. Por interés promocional o por mera ilusión ante la posibilidad de participar en Eurovisión, estar incluido en la lista de participantes del Benidorm Fest puede llegar a ser sinónimo de éxito en los próximos años.
Situación que de darse podría generar una aún mayor expectación entre el público. Una realidad que, de ser así, sentaría los mejores cimientos para consolidar un concurso que reúne todas las características para reunir a los españoles frente a la televisión para disfrutar de nuestra música.