La pasada semana se celebraba el Benidorm Fest y de ahí salía elegida Chanel Terrero con el tema ‘Slow Mo’ como representante de España en el Festival de Eurovisión 2022, que se celebrará en mayo en Turín. Polémicas aparte sobre el sistema de puntuación y la composición del jurado, lo cierto es que este programa ha conseguido algo mágico: que todo el país esté hablando de un evento de música en directo y de artistas que habitualmente no tienen hueco en televisión como la propia Chanel (que ha debutado en el mundo discográfico por la puerta grande), Taxungueiras, Rigoberta Bandini, Rayden, Varry Brava y compañía.
No hay cadena en la que no se haya hablado un rato del Benidorm Fest, de que si la favorita del público eran las gallegas, que cómo pudo el jurado tener tanto peso en las votaciones y mil cosas más. Y mientras escuchábamos una y otra vez ‘Slow Mo’, ‘Ay Mamá’’, ‘Terra’ y las canciones que hiciesen falta.
“Sería maravilloso que esas cadenas que ahora se interesan tanto por el #BenidormFest tuvieran algún mínimo interés por la música el resto del puto año. Que ya está bien de tonterías”, escribía Aaron Sáez, miembro de Varry Brava en Twitter. Ponía así de manifiesto que en nuestra televisión se habla de música en directo y de artistas de círculos musicales más independientes solo si hay una buena polémica de por medio. Ahí sí interesan los artistas, sus trayectorias, sus trayectorias y sus opiniones. Cuando sacan disco, hacen una nueva gira o hablan con alegría de su música es verdad que no interesan tanto.
En términos de audiencia el Benidorm Fest fue un éxito; nadie podía estimar que el programa rozase la media de los tres millones de espectadores, en una época en la que se consume tan poca televisión lineal. Ha obtenido mejores datos que realities consagrados como La isla de las tentaciones, o que programas de puro entretenimiento como Tu cara me suena.
El éxito se multiplica si consideramos que el programa Blas Cantó: Destino Eurovisión solo anotó en 2021 un 6,1% de share y 969.000 espectadores para elegir la canción del murciano para el Festival, que la preselección de Operación Triunfo en 2019 tuvo un 11,6% con casi 1,9 millones, y que Objetivo Eurovisión de 2017, el año de Manel Navarro, solo se consiguió la atención de un 8,9% de share con 1.449.000 espectadores. De los últimos diez años, tan solo la preselección de OT en 2018, la que ganó Amaia y Alfred, logró un mejor dato con un 23,6% de share y 3.086.000 espectadores, y eso que hablamos de un formato que fue un auténtico fenómeno del que todo el mundo llevaba meses hablando.
Parece que el público está deseando ver buenos programas de televisión, con música en directo, de esos que hagan vibrar como lo conseguían otros espacios de antaño. El mismo domingo, en plena resaca festivalera, RTVE anunció su compromiso para “crear un programa de televisión para promocionar la música española. Un proyecto abierto a todos los concursantes de esta primera edición del Benidorm Fest”. Según el comunicado, “los detalles de este novedoso proyecto los daremos a conocer en los próximos días”, si bien, hasta la fecha, no han dicho ni mu.
¿Realmente no hay ningún programa para promocionar la música española? Justo en este momento no, pero RTVE tiene en la recámara un proyecto espléndido llamado La hora musa, que se emitió en La 2 durante dos temporadas y que fue cortado durante la pandemia, a expensas de algún día volver. En él había lugar para artistas nacionales e internacionales, se hacían reportajes sobre grupos concretos, y hasta se les hacía cantar en lugares poco comunes, con una magia televisiva muy especial. En cada emisión sus espectadores celebraban sus contenidos, catalogándolo como un programa necesario en nuestra televisión.
Este ‘olvido’ de La hora musa no pasó desapercibido por parte del programa. En las redes sociales pusieron un tuit en el que decían “Hola, ¿qué tal? Somos (hasta nuevo aviso) un programa de televisión para promocionar la música española. Entre muchas otras…”. Además, hacían retuit de un usuario que señalaba que “antes del #BenidormFest ya existía La Hora Musa, cuidao”.
Sin embargo, como la gran mayoría de programas que se emiten en La 2, La hora musa contaba con escasa promoción, a pesar de traer a artistas de la talla de Franz Ferdinand, Rufus Wainwright o Pixies. También promociona la música española en la actualidad Caminos del flamenco, el cual presentan Miguel Poveda y Soleá Morente (¡que colaboren juntos en algo y se presenten el año que viene al Benidorm Fest y nos hagan alucinar, por favor!). Y sin olvidar Los conciertos de Radio 3.
Es decir, que Televisión Española tuvo y tiene programas para promocionar la música en directo, pero le falta mimo, promoción y ganas de hacer las cosas mejor en materia publicitario (porque de factura La hora musa y Caminos del flamenco van de maravilla). Ahora solo falta esperar un poco, para ver qué cuenta el ente público de este nuevo proyecto, derivado del Benidorm Fest. ¿Qué tal si hacen cada semana un gran espectáculo, casi un Festival, con seis u ocho grupos tocando en directo con puestas en escenas propias de Eurovisión? Por poner un ejemplo.