La pasada semana Telecinco estrenó la nueva temporada de Idol Kids, con una mecánica nueva y un jurado completamente renovado. Si antaño vimos a Edurne, Carlos Jean e Isabel Pantoja, ahora vemos a dos jóvenes cantantes que llevan años triunfando, como Omar Montes y Ana Mena, acompañados de Dioni Martín y Ángeles Muñoz. O lo que es lo mismo, el dúo Camela.
Y resulta muy interesante que, por fin, un programa de televisión de a estos madrileños el lugar que se merecen, pues a pesar de llevar más de 25 años de carrera nunca les habíamos visto de forma activa en la pequeña pantalla, más allá de entrevistas o actuaciones puntuales.
Ya en su primera entrega Dioni y Ángeles vivieron un momento muy especial: la joven Natalia Barone, de 14 años, interpretó una versión acústica de Cuando zarpa el amor, uno de los mayores éxitos de Camela, que enamoró al dúo. “No es porque sea la canción de Camela. Es tu voz, lo bonito que la has cantado, lo que tienes dentro, tu personalidad, lo entonado que lo has hecho y lo emocionante que ha sido”, dijo Ángeles. “Nosotros vamos a hacer este año 28 años de carrera. Nos han desprestigiado muchísimo y viendo a las nuevas generaciones como tú haciéndonos estos homenajes… De verdad, a tus pies y muchísimas gracias”, añadía Dioni completamente conmovido. La cosa fue más allá cuando los tres cantaron la afamada canción, y además, Natalia terminó recibiendo un ticket dorado que garantizaba su continuidad en la competición.
Dioni tiene mucha razón en decir que les han desprestigiado mucho en su carrera, o en el mejor de los casos, ignorado. Camela, que nació como trío junto al teclista y compositor Miguel Ángel Cabrera, arrancó su carrera tal y como la conocemos en el año 1994, de mano de una pequeña casa de discos madrileña. Sin una inversión publicitaria enorme detrás, como le sucede a otros artistas para su lanzamiento, el boca a boca logró que comenzasen a vender discos como churros y a dar conciertos sin parar.
Sin embargo, como no venían respaldados por una gran multinacional, ni nada por el estilo, en televisión eran casi invisibles. Su primera actuación fue gracias al productor José Luis Moreno, que les dio una oportunidad en Esto es espectáculo, presentado por Bárbara Rey. Pero ojo, que entonces ya tenían discos de platino debajo del brazo.
Ahora pensamos que cómo un grupo con semejantes ventas no aparecía más por televisión, ni por revistas para jóvenes como la SuperPop (tan solo Bravo les hacía algún que otro reportaje). Tuvo que llegar Nieves Herrero para sentarlos por primera vez en un plató, en el programa Cita con la vida. La periodista los descubrió porque su hija pequeña los escuchaba, rascó un poco y fue consciente de que eran un auténtico fenómeno, por lo que se decidió a buscarlos.
El día que los entrevistó aquel plató fue un espectáculo. Decenas de jóvenes coreaban sus canciones, y ellos, con gran timidez, respondían las preguntas del público como podían. Fue un éxito en audiencias, y permitió que el gran público le pusiese cara y voz más allá de lo que conocían a través de sus discos. Por esta razón, el grupo siempre consideró a Nieves Herrero su madrina televisiva.
Cuando Camela fichó por la multinacional EMI, con el cambio de década, comenzó a tener más repercusión en televisión, las entrevistas ya eran más o menos frecuentes y también sus actuaciones. Pero Camela comenzó a escribir su nombre fuerte en la televisión gracias a la segunda edición de Tu cara me suena, que fichó a Ángeles Muñoz como concursante. Hasta entonces Camela siempre había sido un pack, algo conjunto, y fue el programa del clonador el que nos descubrió que individualmente también había dos artistas con mucho talento.
Ángeles siempre se ha considerado una persona tímida, y eso jugó en su contra en este programa en el que hay que soltarse la melena y disfrutar. En las memorias del dúo, Camela por Camela, la madrileña cuenta que cuando ahora ve sus actuaciones en aquel programa no le gustan, porque a pesar de llevar dos décadas en los escenarios no conseguía dominar los nervios, y que a veces su atención se centraba más en imitar que en cantar bonito. “Me vino muy bien emprender una pequeña aventura más allá de Camela, porque me hizo salir de mi zona de confort”, relataba en el mismo libro, donde además explica que Edurne le pidió consejo cuando le propusieron participar y ella le dijo que ni se lo pensase.
Por su parte, a Dioni lo vimos en el programa Levántate All Stars, en donde concursó junto a su hijo, el también cantante (y compositor de muchos éxitos de Camela) Rubén Martín. De aquella experiencia guarda un gran recuerdo de Bimba Bosé, a la que definía como “un ser maravilloso, natural y espontáneo” que ponía toda la carne en el asador para crear un buen ambiente. Bimba murió poco después de la emisión del programa por un cáncer, y Dioni explica en las memorias de Camela que fue un gran golpe para todos.
En el libro también cuenta cómo para él Levántate All Stars fue una experiencia única, y que lo que más le gustó fue dar a conocer a su hijo, al que dejaba que cantase más que él. “Fueron unos meses muy bonitos, pero no repetiría en un programa así. En todo caso, me lo plantearía si fuéramos Ángeles y yo juntos, si se lo pidieran a Camela”, añadía.
Han tenido que pasar seis años desde aquel Levántate para al fin volver a disfrutar a Camela en televisión. Telecinco está haciendo justicia con el grupo español que más ha vendido en los últimos 20 años, por detrás de La Oreja de Van Gogh, y encima se llevan el regalo de ver a nuevas generaciones versionando sus éxitos. Eso sí que es un ticket de oro.