Si Antonio David Flores es capaz de mentir sobre una simple anécdota grabada en vídeo, no quiero ni imaginar de lo que habrá sido capaz durante los últimos años con el consentimiento de periodistas, revistas de corazón y programas de televisión.
Les pongo en contexto. Hace unos días se celebraba en Madrid el juicio contra José María López por haber cometido un supuesto delito de abusos sexuales en noviembre de 2017 la casa de Guadalix de la Sierra (Madrid) desde la que se desarrollaba Gran Hermano Revolution.
Allí, para sorpresa de los periodistas y fotógrafos acreditados, se presentaba el padre de Rocío Flores para, con su teléfono móvil en mano, cubrir el juicio para su canal de YouTube, en el que cuenta con unos 110.000 suscriptores.
El objetivo estaba claro. Por una parte servir de altavoz y enfurecer a a las masas en uno de los casos que más daño ha hecho a sus enemigos de Mediaset España en los últimos tiempos y, por otra, advertirles de que allá donde pueda perjudicarles, estará siempre presente.
Así, creyéndose un periodista más, el exguardia civil condenado por quedarse con 50.000 pesetas de una multa de tráfico decidió aprovecharse de su fama y la confusión del momento para 'colarse' en la sala donde se celebraría el juicio. "¿Es usted periodista?", le preguntaba una de las funcionarias, a lo que él argumentaba que sí mostrando como prueba su teléfono.
Flores tomó notas del juicio, que finalmente quedó suspendido por incomparecencia de la víctima por "problemas psíquicos de gravedad", y a la salida quiso parecer un reportero más haciendo preguntas al abogado de la acusación. "Vamos a esperar a la compañera de laSexta", decía previamente.
Desde estas páginas recogimos cómo el apenado ex de Olga Moreno había acudido el juicio y mostramos un vídeo en el que se le veía grabando la salida de José María López, al que le deseaba "suerte". Sí, como lo leen, SUERTE. A un acusado de presuntos abusos sexuales.
Rápidamente este vídeo se convirtió en viral en redes sociales, donde los internautas atacaron con dureza al exfundador de la revista Dígame por posicionarse del lado del exconcursante de Gran Hermano. De ahí que el susodicho quisiera defenderse en su canal de YouTube horas después.
"Yo no lo he visto, pero me han contado", comenzaba diciendo Flores, en una demostración de rigurosidad absoluta. "Por lo visto hay un vídeo colgado en redes en el que estoy hablando con los abogados del acusado. Sí, hablo con los abogados del acusado de la misma forma que hablo con los abogados de la defensa. Es mi deber, mi obligación, para poder informaros y que tengáis las dos versiones".
"Ejerciendo mi labor, me acerco al abogado y al acusado y les pregunto si tenían a bien darme una declaración ya que anteriormente le había hecho una serie de preguntas al abogado de Carlota. La respuesta es: Antonio David, gracias por preocuparte, eres muy amable, pero hasta que no haya una sentencia, no vamos a hablar. Mis palabras fueron: muchas gracias, suerte. Básicamente por educación. No entiendo donde está la crítica. No tergiversemos, no manipulemos", termina diciendo.
Exacto, Flores, exacto. No manipulemos. A la salida del juicio, no hablaste ni con el acusado ni con su abogado, como así queda recogido en las imágenes. Simplemente te dedicaste a grabar y, sin ser consciente de lo que estabas diciendo, soltaste ese "suerte".
Un "suerte" que te retrata muy bien, que dibuja muy bien a ese personaje al que le da exactamente igual el caso de Carlota Prado y su supuesto abuso sexual con penetración en la casa de GH. Un Sméagol de la televisión esclavizado por los focos de los platós, a pesar de que ello te corrompa en mente y cuerpo, y cuyo único interés es utilizar este juicio para acusar a Mediaset España de feminismo selectivo.
Pero como le aconsejó su abuela a Risto Mejide, "para tener la boca muy grande, hay que tener el culo muy limpio". Y a la hora de hablar de feminismo, no parece que tus posaderas estén muy aseadas. Por cierto, gracias por esa fotografía tuya al lado de un letrero que dice Juzgado de Guardia de Violencia sobre la Mujer.