La televisión, igual que el resto de medios tradicionales de comunicación, está cambiando. Los nuevos hábitos y tendencias están obligando a las cadenas a adaptarse a los nuevos tiempos, en los que predominan el consumo on demand, la interacción en redes sociales y los discursos transmedia.
En este proceso de adaptación, las televisiones públicas parecen ir un paso por detrás, aunque siempre hay excepciones que marcan el camino a las demás cadenas para demostrar que la televisión tradicional sigue teniendo mucho potencial para la población más joven. Es el caso de EnREDa2, un formato de Canal Sur producido por WinWin Audiovisual que busca trasladar las redes sociales a la televisión lineal y viceversa.
Esta ambiciosa apuesta de la televisión andaluza busca atraer al público joven. Para ello, lo primero que se adapta a esa audiencia son sus presentadores: Jaime Silva, influencer de Isla Cristina (Huelva) con 2 millones de seguidores en TikTok; su hermana Cristina Silva, una educadora social que está creciendo poco a poco en redes sociales; y Samara Cadenas, influencer sevillana con 9 millones de seguidores en TikTok y más de 130.000 seguidores en Instagram.
EnREDa2 reivindica a los jóvenes talentos andaluces que brillan en redes sociales. Así, los presentadores están acompañados en cada programa por un plantel de colaboradores a la altura: Valeria Bonilla y sus irónicos monólogos; Antonio Moreno, el quiosquero de TikTok; el mago Adrilox; y el influencer Pablo de la Cruz con sus divertidos personajes.
Pero no sólo los rostros del espacio están enfocados a la audiencia joven. También lo está su discurso, tanto en las formas como en los contenidos. Y es que se trata de un formato multipantalla que, tras su emisión lineal los sábados a las 8 de la mañana, cuenta con directos de lunes a jueves en TikTok, Instagram y Twitch. Además, cada programa se reemite los domingos a las 20:30 en el segundo canal de Andalucía Televisión.
Gracias a la amplia cobertura que el equipo realiza en las redes sociales, los espectadores pueden crear su propia comunidad, participar en el programa y ser testigos de todos los secretos durante las grabaciones del programa, que se emiten en el canal del formato en Instagram los miércoles a las 18:00 horas.
Los contenidos también se adaptan al lenguaje y los intereses de las nuevas generaciones. EnREDa2 simula un peculiar piso compartido en el que todos los que pasan por el plató comparten vivencias, opiniones y testimonios, tratando asuntos de interés social y reivindicando la diversidad y la igualdad. Un claro ejemplo de ello se producía en el programa del pasado 5 de febrero, cuando los presentadores rompieron con los estereotipos de género a través de su vestimenta, con los chicos luciendo falda o las uñas pintadas.
El acoso en redes, la gordofobia, la diversidad sexual o los trastornos de la conducta alimenticia son algunos de los asuntos que se han tratado en este programa que, más allá de ser un formato de entretenimiento, contiene el carácter educativo y ejemplarizante que se espera de cualquier televisión pública.
Buena acogida
EnREDa2 también es un ejemplo a seguir por la excelente acogida que ha tenido entre el público andaluz. En los 14 programas que ha emitido desde su estreno en noviembre, el formato ha logrado llegar en alguna ocasión hasta el 100% de los jóvenes de entre 13 y 24 años en la región. Además, en el programa emitido el 15 de enero logró el récord histórico de audiencia, con un espectacular 20,3% de cuota y 38.000 espectadores, firmando el mejor dato de la cadena ese día.
El éxito del programa también se refleja en redes sociales, donde su repercusión no ha parado de crecer. De hecho, al cierre de este artículo EnREDa2 cuenta con 24.400 seguidores en TikTok, por lo que está a apenas 200 de alcanzar al longevo formato Andalucía Directo. Además, la cuenta oficial del programa en esta red social acumula más de 262.000 likes, una cifra envidiable teniendo en cuenta el poco tiempo que lleva en emisión.
En definitiva, EnREDa2 es el ejemplo perfecto de cómo la televisión pública debe adaptarse a las nuevas formas de comunicación, sin renunciar a atraer a un público joven que ha demostrado que, cuando se le ofrece un contenido interesante y acorde a sus hábitos de consumo, sigue estando dispuesto a acudir a la televisión lineal.