Este lunes varios programas de televisión celebraron el Carnaval, como por ejemplo, Pasapalabra, que disfrazó a todos sus invitados, entre los que destacó el célebre chirigotero El Selu de Cádiz, toda una institución en Andalucía. Y First Dates hizo lo propio con los comensales que fueron a buscar el amor al dating de Carlos Sobera.
Una de las citas que pudimos disfrutar fue la de Joel y Paula, dos jóvenes entre los que la chispa no terminó de surgir por una razón: para ella tenía frente a sí a un “heterobásico”, según sus propias palabras. “No seas mala, no prejuzgues, conócelo”, se dijo a sí misma la participante del programa. Su calificativo fue debido a que él se presentó como una persona adicta al gimnasio.
En la mesa del restaurante más televisivo ambos comenzaron a hablar de su forma de ser y cuáles son sus aficiones, y ahí hubo un choque. A ella le gusta ir a conciertos y eventos similares, mientras que Joel, que trabaja en la noche, prefiere salir de fiesta y sin pagar, dada su profesión. Ni siquiera coincidían en gustos musicales; él escucha reguetón y trap, y ella cantantes como Bon Jovi.
Además, Joel se describía como alguien muy egoísta, por lo que no terminaba de encajar con Paula, que se definía como una persona llena de empatía. Entonces su interlocutor decía que él también, y en concreto, que era muy empático con su perro cuando le sentía aburrido. Paula no terminaba de entender cómo alguien podía ser egoísta y a la vez muy empático.
El programa les puso algunas preguntas picantes, como suele ser habitual, y tenían que decir dónde irían en una segunda cita. Él respondió que iría a un hotel a “hacer cositas”, porque es “muy activo”. Ella, por su parte, prefería ir al cine, porque también es activa en el plano sexual, pero más selectiva. Tampoco le terminó de gustar a Paula que él confesase su gusto por la lencería y porque su pareja llevase “un disfraz de enfermera cachonda o de monja cachonda”.
Entonces Paula contó en el confesionario del programa que Joel es un “básico de narices” al que solo le faltaba hacer “unga, unga”, aunque se lo tomaba todo con humor. Dado que Cupido no había lanzado bien sus flechas, ambos optaron en la decisión final no darse una segunda oportunidad.
No fue la única cita que no salió redonda en la jornada. First Dates también acogió a Charo y Gheorghe, dos personas maduras que tampoco tendrán una segunda cita y por una cuestión estética. Y es que según confesó él a solas, no le gustan “las mujeres gordas”, si bien, a la hora de rechazar a Charo, optó por comentar que no es “su prototipo de mujer” porque le gustan más delgadas.
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