No hay ni un sólo año en Eurovisión que no haya un eurodrama. Sin embargo, esta edición está viviendo uno de los mayores de los últimos años y que puede terminar poniendo en juego la audiencia social del certamen, algo tan vital para su supervivencia después de sesenta y seis ediciones.
En concreto, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha decidido llevar a cabo cambios en la cobertura del festival y ha decidido restringir las acreditaciones de los medios especializados en el certamen para así poder fomentar el contenido exclusivo de sus distintos canales.
"Genial presentar nuestros emocionantes planes para Eurovisión 2022 a 40 jefes de delegación de toda Europa, en vivo desde los estudios de Rai en Turín. Nuestro increíble equipo digital creará contenido más atractivo y exclusivo que nunca durante el Concurso en mayo", afirmaba hace unos días Dave Goodman, director de Comunicación de Eurovisión.
Una decisión que ha sido recibida con bastante estupefacción por estos medios, que durante los últimos días denuncian en redes sociales que prácticamente todo el mundo ha quedado excluido de la cobertura del evento. También han firmado una carta abierta a la UER en la que han expresado su insatisfacción por la forma que están teniendo de proceder en esta edición y advierten de los peligros que eso conllevará para la supervivencia del concurso.
"Los eurofanes hacen que el concurso sea lo que es y sin la prensa de los eurofanes, la capacidad de esa comunidad para interactuar con los artistas se ve muy disminuida. Odiaríamos ver conferencias de prensa sin eurofanes que hagan preguntas perspicaces y reflexivas a los participantes", escribe en Twitter, Anthony Granger, fundador de Eurovoix.
"Cada día que pasa tengo más claro que la UER lo que quiere es tener el contenido exclusivo para ellos. Y por eso están dando la patada a los medios especializados para que no tengamos acceso. Parece que se sienten amenazados o algo", añade por su parte Laura Ortiz, de El Euroté, el programa de YouTube sobre Eurovisión con más seguidores de nuestro país.
"El hecho de que los medios que cuidan, han cuidado o incluso "salvado" la marca en algunos países sean obviados ahora es preocupante para el futuro de la marca. El público del festival que ha crecido exponencialmente en las últimas dos décadas no sólo es fruto del buen rendimiento de la versión contemporánea del formato, sino también de esos medios especializados y las redes sociales, de las que beben en gran medida", denuncia en Twitter Manu Mahía, codirector de Eurovisión-Spain, el mayor medio especializado en el certamen de nuestro país.
"Por eso, negar la cobertura a quien mantiene en pequeña o mediana medida la marca a flote, y dentro -generalmente- de los valores que defiende el programa, es un tremendo error y un peligro a medio plazo para el propio festival", añade este productor gallego, también organizador de la PrePartyES en Madrid, un gran concierto donde se reúnen más de una veintena de países participantes.
En el mismo sentido se muestra Bernardo Pereira, redactor de Wiwibloggs, el mayor medio a nivel europeo del certamen. "Es cierto que hay muchas personas que se acreditan y sólo van al lugar por las golosinas y disfrutan del evento de dos semanas sin hacer nada. Eso debe abordarse, pero eliminar a las personas que han estado contribuyendo durante años no es la forma de hacerlo. Trabajé con las delegaciones para identificar a las personas que no publican contenido y cortarlas. Pero no mates las plataformas que mantienen viva tu marca los 365 días del año".
"¿Os imagináis unos JJOO o un Mundial sin medios especializados como As o Marca? Pues está ocurriendo este año con las acreditaciones de Eurovisión. ¿Qué absurda y discriminatoria estrategia de comunicación es ésta? Solo queremos hacer nuestro trabajo, como los últimos 16 años", critica José García, codirector de Eurovisión-Spain.
Altos precios
Trabajos que además cubren de su propio bolsillo. "Estar en Turín durante dos semanas y, por mi cuenta, cubrir ensayos, entrevistas, conferencias de prensa, redes sociales... Por mucho que me guste escribir y hablar sobre Eurovisión, esto es imposible. Estoy muy decepcionado por la forma en que la UER se está acercando a los medios (eurofanes) que cubren el concurso. Sobre todo porque son los medios más pequeños los que dan cobertura al evento los 365 días del año. No solo uno o tres días antes de la final", explica Jasper Van Biesen, de Songfestival.be, una web conocida por hacer un sondeo cada año con las 250 mejores canciones de Eurovisión.
Y es que cada medio eurovisivo oferta a sus lectores algo distinto durante todo el año, desde datos estadísticos a entrevistas o reportajes, pasando por artículos de opinión y análisis, e incluso clubes de socios u organización de fiestas para mantener vivo el espíritu de Eurovisión.
Asimismo, año tras año, estos medios se desplazan hasta la ciudad anfitriona para acercarles a los eurofanes todo lo que acontece en el concurso con amenas y divertidas emisiones en directos que en muchos casos superan a los de las propias televisiones públicas. El año pasado, sin ir más lejos, medios como españoles Eurovision-Spain o El Euroté, consiguieron picos de entre 1.000 y 3.000 espectadores con los primeros ensayos de Blas Cantó en Róterdam.
Tal es la gratitud de los eurofanes hacia estos medios que no dudan en realizar aportaciones de dinero para contribuir a su rentabilización, o crear memes para viralizar sus directos y llegar a más gente. Cientos y cientos de eurofanes unidos para hacer grande Eurovisión. Casi 5 millones de tuits sobre el Festival se enviaron el año pasado la noche de la Gran Final.
De ahí que, tras este cambio de la UER, cientos de seguidores hayan expresado su enfado en redes sociales porque consideran que se van a quedar huérfanos de esos contenidos que les hacían sentir que estaban viviendo el festival desde dentro durante sus dos semanas de ensayos.
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