La nueva edición de Supervivientes está generando numerosas tramas que se siguen con atención desde España. El posible romance entre Anabel Pantoja y Yulen Pereira, el abandono de Juan Muñoz o el regreso de Desi Rodríguez a la isla están marcando la actualidad desde Honduras, pero lo cierto es que el reality también está despertando críticas por parte de la audiencia por algunos aspectos cuestionables de la edición.
Uno de los asuntos contra los que más ha clamado el público en esta temporada es la errática estrategia de programación de Telecinco. El formato ha sufrido inexplicables decisiones por parte de la cadena, como grabar las nominaciones el jueves y no emitirlas hasta el viernes o programar Tierra de Nadie el miércoles y emitirlo grabado, cuando uno de los puntos fuertes de las galas es, precisamente, el directo.
Pero no sólo los movimientos de la cadena de Mediaset han provocado el enfado de la audiencia de Supervivientes. La organización del reality también se está llevando su parte de comentarios negativos por decisiones que no terminan de convencer a los espectadores.
El aspecto que más ampollas está levantando es, sin duda, el supuesto favoritismo del programa hacia Kiko Matamoros. El colaborador de Sálvame se ha salvado varias veces de la expulsión y, según comentan algunos internautas, está disfrutando de una cómoda estancia en la isla y de suculentas recompensas pese a no colaborar en las tareas diarias ni ganar las pruebas.
Kiko, además, no ha recibido ningún castigo por parte de la organización pese a haber reconocido ante la audiencia que pidió a sus compañeros que lo nominaran. El colaborador, que ha confesado en varias ocasiones su deseo de poner fin a su aventura en la isla, aseguró que le había confirmado al resto de supervivientes que no le importaría salir nominado, pudiendo así influir en la decisión de los concursantes sobre a quién votar para abandonar el reality.
Supervivientes suele mostrarse contundente con este tipo de actitudes, castigando cualquier petición de expulsión o pacto para las nominaciones, pero en el caso de Matamoros no ha habido consecuencias de ningún tipo.
Tampoco parecen convencer a la audiencia las expulsiones del concurso. Por primera vez en su historia, el formato ha eliminado los SMS para que las votaciones del público se realicen de forma gratuita a través de la app de Mitele. De esta manera, se atiende a una antigua exigencia de los seguidores de realities: acabar con las líneas de recarga y demás estrategias que 'dopan' a ciertos concursantes.
A pesar de este gesto, algunos espectadores consideran que las expulsiones de Supervivientes no reflejan el deseo de la audiencia ni la realidad que se aprecia en las redes sociales, que a menudo son un termómetro para testar a la audiencia. Así, las continuas salvaciones de Kiko Matamoros y la eliminación de concursantes como Ainhoa o Desi han generado acusaciones de tongo hacia el reality.
En el otro extremo están quienes aseguran que el programa no respeta las decisiones de la audiencia por uno de los últimos acontecimientos del programa: la repesca de Desi después de que Juan Muñoz abandonase voluntariamente el concurso cuando el público prefirió eliminar a la exconcursante de Gran Hermano.
Sea como fuere, lo cierto es que las polémicas están empañando un formato que ya estuvo en el punto de mira el año pasado por el supuesto favoritismo hacia Olga Moreno, quien finalmente resultó ganadora de la edición y hasta tuvo su propio especial para seguir ejerciendo como portavoz de Antonio David Flores en la cadena.
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