Ramón del Castillo en Eurovisión 2004

Ramón del Castillo en Eurovisión 2004

Bluper REPORTAJE

Ramón del Castillo no es el único: otros cantantes que dejaron su carrera tras Eurovisión

El representante de España en Eurovisión 2003 reapareció en TVE con una nueva profesión.

15 octubre, 2022 00:53

El mundo del espectáculo es complicado, y muchos artistas no consiguen permanecer en él, por más que hayan abrazado cierto éxito o proyección. Esa lección la recordó esta semana el cantante canario Ramón del Castillo, que reapareció en TVE en el programa Aquí la Tierra, para hablar de su trabajo en el sector de la hostelería y su especialidad en quesos. A Ramón lo conocimos hace 19 años, gracias al programa Operación Triunfo 3, y fue uno de los alumnos más destacados de aquella temporada.

Quedó en segunda posición, pero el público lo eligió para representar a España en el Festival de Eurovisión con el tema de Kike Santander ‘Para llenarme de ti’. Fue el primero en actuar en la gran final del año 2004, y consiguió una décima posición que solo pudo mejorar este mismo curso Chanel con ‘SloMo’.

Por aquel entonces Ramón sacó su primer disco, al que luego vino un segundo dos años después, en 2006. Sin embargo, como no conseguía la repercusión deseada, el canario dio un giro a su vida y estudió audiovisuales. Durante unos años ha trabajado en Noruega en una productora, y ahora ha vuelto a su Canarias natal y ha montado un negocio de restauración. La música para él ya es algo anecdótico, pero de vez en cuando se vuelve a subir a un escenario, tal como hizo en un congreso de OGAE este mismo mes. Pero ya no vive del mundo de la canción. Ni él, ni otros artistas que también dejaron aparcada su carrera por diversas razones.

Uno de los casos más conocidos es el de Jaime Morey. Participó en Eurovisión en el año 1972 con el tema ‘Amanece’, y según se cuenta, su elección interna tuvo mucho que ver con su buena relación con el entonces director general de RTVE Adolfo Suárez. En 1987 se retiró de los escenarios para dedicarse al management de artistas, luego trabajó como Director de Contratación Artística en Antena 3, y más tarde fue asesor de Eduardo Zaplana, entre los años 1996 y 2001, durante su presidencia en la Generalidad Valenciana. Falleció de cáncer en 2015, a los 73 años.

En el mundo eurofan, Anabel Conde es una persona muy querida. Esta malagueña quedó segunda en Eurovisión en 1995 con el tema ‘Vuelve conmigo’, una balada de Chema Purón por la que, en principio, nadie apostaba. Anabel apenas era mayor de edad cuando fue elegida por TVE de manera interna, y su gran papel en Dublín, Irlanda, podía haber supuesto una excelente lanzadera hasta el éxito. No fue así. Publicó un primer álbum con una discográfica que quebró, luego formó un dúo llamado Dabel que tampoco tuvo mucha fortuna. Desde hace años, esta artista dejó de centrarse en su carrera como solista para trabajar como maestra de música en un colegio. Como Ramón, de vez en cuando la vemos volver a los escenarios, pero como algo puntual.

Anabel era una chica desconocida cuando fue a Eurovisión, todo lo contrario que El sueño de Morfeo, que eran carne del mainstream cuando TVE los selecciona para el concurso de 2013. La audiencia eligió para ellos el tema ‘Contigo hasta el final’, que quedó en la parte baja de la gran final. Ese verano, el grupo dio su última gira, que fue una despedida no anunciada. De aquello van a suceder casi diez años, en los que Raquel del Rosario ha permanecido apartada del mundo de la música. Mientras que sus compañeros siguieron en el mundillo, como compositores o productores, ella se apartó de los escenarios, aunque es fácil seguir su pista a través de las redes sociales.

El sueño de Morfeo no es una excepción en ese sentido: otros dos grupos que fueron a Eurovisión se disolvieron poco después, como las Son de Sol y Las Ketchup. Dos tríos formados por hermanas, las Soria en el primer caso, y las Muñoz en el segundo. Eso sí, como todos recordarán, Las Ketchup sumaron una cuarta hermana para Eurovisión, la misma que no ha vuelto a pisar un escenario cuando puntualmente dan un show.

Un artista que está bastante desparecido del panorma artístico es Antonio Carbonell. Fue a Eurovisión en 1996 con el tema 'Ay ¡qué deseo!', escrito por sus primos de Ketama. Antonio ya tenía una trayectoria previa, y continuó en el mundo de la música, tanto como artista solista, como cantando en giras de Joaquín Cortés. Incluso actuó en un concierto de RBD en Madrid, bailando flamenco. Su perfil profesional es bastante discreto, aunque sabemos que sigue teniendo una prodigiosa voz gracias a programas como Caminos del Flamenco, de La 2, donde le vimos cantar con su prima Soleá Morente y con su hermano Montoyita a la guitarra.

Hay eurovisivos que permanecieron en el mundo del espectáculo, pero que tuvieron que renunciar a una carrera discográfica en solitario. Como Eva Santamaría, que cantan en sus espectáculos teatrales, o Bachelli, que se reinventó como actor de telenovelas en Ecuador. Otros, ya veteranos, siguen en la brecha, buscando una nueva oportunidad para brillar con la fuerza con la que lo hicieron antaño, como Guzmán, vocalista de Cadillac, quien participó en La Voz Senior en Antena 3.