Nina ha vuelto a los escenarios para protagonizar el musical de Los puentes de Madison, un proyecto que es muy especial para ella tras estar a punto de despedirse de su carrera por el envejecimiento prematuro de su voz.
Ha sido la propia cantante quien ha narrado su drama en una entrevista a Socialité: "Cuando a los 44 años, por una intervención quirúrgica, tuve una menopausia anticipada, empecé a experimentar lo que es el envejecimiento de la voz", confiesa la exrepresentante de España en Eurovisión.
"Yo ya casi empezaba a decir adiós a los escenarios, porque este oficio es muy exigente y las cosas que me salían sentía que no las tenía que hacer", añade la artista. Pero de pronto una oferta cambió su vida: "De repente apareció Gerónimo Rauch. Yo en el primer momento dije 'no, esto es un transatlántico muy grande para mí'. Por suerte insistió y hoy estoy aquí presentando Los puentes de Madison, que es un regalo enorme que me ha hecho la vida", comenta.
[Esther Aranda reaparece y habla sobre sus compañeros de 'OT': "Virginia Maestro es una mustia"]
Para Nina, su papel en la obra es mucho más que un trabajo y, además, el personaje de Francesca le remueve muchos sentimientos. "Me voy a casa supersacudida, lo estoy contando y me estoy aguantando las lágrimas".
Sobre si este podría ser su último trabajo, la artista asegura que espera que no lo sea, pero en caso de que así sea afirma que se iría "feliz". "Si este es el último musical que hago, me doy con un canto en los dientes, ya me puedo morir", expresa.
La cantante también ha hablado de su época como directora de la Academia de Operación Triunfo. "Lo que me dio OT a nivel profesional y humano me lo llevaré a la tumba", confiesa al programa de Telecinco.