Telecinco prepara el regreso de Paz Padilla a la cadena. Diez meses después de su despido de Mediaset, la actriz y empresaria volvía a la organización como parte del acuerdo extrajudicial al que llegaron ambas partes. Es más, famoso fue su episodio de ‘reencuentro’ con Belén Esteban y Kiko Hernández. Pero, más allá de la anécdota, lo interesante es que la presentadora volvió para grabar varios programas piloto y es ahí donde hay que poner el ojo, ¿cómo será la vuelta de la protagonista de A todo tren 2?
A ello hay que añadirle, además, otra pregunta: ¿cómo afectará a su vuelta que haya accedido a hacerse una foto con Iván Espinosa de los Monteros, diputado en las Cortes Generales por Vox y vicesecretario de Relaciones Públicas del partido de extrema derecha?
Realmente, el retorno de Padilla a la cadena de Fuencarral llega en un momento ideal, puesto que coincide con el cambio de liderazgo dentro de Mediaset, con Alessandro Salem como el sucesor de Paolo Vasile. Eso se traduce en que el nuevo proyecto de la empresaria dentro de Telecinco formará parte de la estrategia de la nueva directiva. De ahí que el que haya rodado varios pilotos haga que toque preguntarse si, precisamente, su regreso puede ser la oportunidad para la corporación de Fuencarral de realizar un tipo de programa diferente para la humorista.
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Sobrada experiencia tiene como actriz, cómica y presentadora. Dada su versatilidad, con el añadido del triunfo en teatro con El humor de mi vida y que ha logrado volver al cine con éxito con A todo tren 2, realmente, es la oportunidad ideal para Mediaset de proponer algo distinto con Paz Padilla como maestra de ceremonias, desde un concurso para el prime time hasta un late show a lo Eva Hache en el mítico Noche Hache, con la posibilidad también de ser anfitriona de un reality o de un talent-show (fue jurado de Got Talent), las posibilidades son muchas, incluso un formato al estilo El club de la comedia.
Precisamente, la versatilidad de Padilla le permite enfrentarse a un proyecto que esté más cerca del sentido del espectáculo de Antena 3, de corte blanco o familiar, pero dentro de Telecinco. Sin duda, sería una demostración de que Mediaset busca reinventar la marca, así como recuperar parte de su propio espíritu, pues no hay que olvidar que la cadena de Fuencarral acogió a El gran juego de la oca en su segunda etapa televisiva, tras triunfar, precisamente, en el canal rival.
Las posibilidades son múltiples, como el que pueda, además, protagonizar una nueva producción de ficción. Con buena parte de su catálogo vendido a Prime Video, inclusive La que se avecina, que durante muchos años fue el buque insignia de las series de Mediaset, Telecinco necesita ampliar su producción de ficción con producciones que, primero, puedan verse en la cadena principal de la casa (o en Cuatro si se trata de un título más de nicho) antes de su desembarco en plataformas en streaming, una estrategia similar a la de Entrevías o lo que pasará previsiblemente con Escándalo: Relato de una obsesión, la ficción protagonizada por Alexandra Jiménez que ya promociona Mediaset.
De ahí, que lo que se convirtió en un acuerdo extrajudicial, lo que no deja de ser una especie de relación obligada por ambas partes, puede convertirse en una oportunidad de reinventarse, tanto para Paz Padilla como para Mediaset. La única condición que se presupone es que sea un formato que no forme parte de La Fábrica de la Tele, lo que le abre las puertas, precisamente, a un tipo de contenido ajeno al de su anterior etapa en la cadena de Fuencarral.
La foto de la discordia
Una oportunidad que podría haber sido de oro... hasta la publicación de unas fotos en sus redes sociales que bien podrían haber dado al traste el convertir su regreso en una posibilidad de ofrecer algo diferente en la cadena. La presentadora estuvo en un almuerzo navideño en Ubrique, Cádiz, organizada por el empresario José Luis El Turronero, y a la que acudieron otras figuras como los extoreros Fran Rivera, Juan José Padilla u Ortega Cano, así como Gloria Camila o el cantante Pitingo.
El caso es que también estaba presente Iván Espinosa de los Monteros, uno de los rostros más mediáticos de Vox, con quien no dudó en hacerse una foto, en la que posó de manera muy sonriente. La polémica, por supuesto, ha estallado en redes sociales, donde el nombre de la presentadora llegó a ser tendencia en Twitter. Las críticas no se han esperar, especialmente, porque no es la primera vez que la humorista vive una polémica relacionada con Vox.
En diciembre de 2020, la expresentadora de Sálvame fue fotografiada junto con Ortega Smith, quien, en ese momento, era secretario general de Vox y continúa ejerciendo de concejal y portavoz el partido en el Ayuntamiento de Madrid, además de ser también diputado en las Cortes Generales. Ambos coincidieron en un acto organizado en el Palacio de Cibeles, al que la presentadora acudía al ser la madrina de la campaña Voluntarios por Madrid en 2021.
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Ya en ese momento, la también actriz se desvinculó de cualquier relación con el partido de extrema derecha y su instantánea se atribuyó al acto institucional. Ahora bien, el caso de su fotografía al lado de Espinosa de los Monteros es muy diferente, al tratarse de una fiesta navideña, alejada de los protocolos de un evento de un ayuntamiento. De ahí, que las críticas hayan sido mucho mayores en este caso, sobre todo, porque en el almuerzo también había otras figuras controvertidas como los mencionados Ortega Cano o Juan José Padilla.
Por supuesto, este tipo de imágenes pueden provocar un efecto adverso en el proyecto que Paz Padilla está preparando con Mediaset y que será su vuelta a Telecinco. A la corporación no le conviene un nuevo fracaso de audiencias, dada la crisis que viene la cadena, en un año en el que no ha logrado liderar audiencias en ninguno de sus 12 meses y que ha visto cómo buena parte de sus formatos no han funcionado.
Es evidente que Mediaset no puede prescindir de Paz Padilla, jurídicamente hablando hasta el 2024. De ahí, que lo que parecía que podía ser una oportunidad de renovación y cambio de aires bien pudiera torcerse en un proyecto polémico que provoque el efecto adverso al deseado. Por otro lado, bien pudiera ser que Telecinco opte por dejar que la polémica pase y que se no aborde más allá esa imagen, pero, claro, es quedarse a la espera de que la tormenta pase... o no.
Lo que parece claro es que las fiestas de Navidad las carga el diablo y que Paz Padilla, al menos a corto plazo, se ha convertido en una figura que se ha metido en una polémica tras haber estado envuelta en otra, puesto que cabe recordar que Jorge Javier Vázquez le atacó duramente a inicios de este mes de diciembre a la presentadora en una entrevista para el podcast Querido hater. Queda por ver cómo Mediaset gestionará el esperado regreso de la gaditana y si dejar que las aguas se calmen será suficiente para que el público olvide la controversia o, por el contrario, sea justo lo que sentencie al formato. Solo el tiempo lo dirá.