Miguel Gálvez, sustituto de Marron en la ciencia de 'El hormiguero': “Pablo Motos es un animal currando”
BLUPER entrevista al encargado de sustituir a Marron en su baja paternal al frente de la sección de Ciencia, "uno de los pilares del programa".
28 marzo, 2023 01:36"No lo parezco, pero soy Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones". Con esta carta de presentación, un nervioso Miguel Gálvez debutaba hace un mes al frente de la sección de Ciencia de El Hormiguero. "Es uno de los pilares del programa", dice este almeriense, que sustituirá a Marron durante su baja paternal y que se ha ganado el cariño de los espectadores por su naturalidad y desparpajo.
Gálvez es todo un veterano del programa, pues lleva siete años en el equipo de ciencia de El Hormiguero. Compuesto por doce personas y liderado por Almudena Cerrudos - "la hemos comprado un látigo nuevo este año", bromea- este grupo es artífice de las "burradas" que hace en directo el espacio de Pablo Motos. "Yo me lo tomo como un reto personal. Me olvido que estoy trabajando", asegura a BLUPER.
Luego, cuando las cámaras se apagan, Gálvez disfruta de su otra pasión: la música. El colaborador de Motos también es DJ, y cuenta que al llegar a casa después del programa, "me pongo con el ordenador a hacer mezclas o me meto en foros a leer cosas". Por cierto, ahora mismo está enganchado a la serie del momento, The Last Of Us, y Carnival Row.
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¿Cómo un Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones acaba en el programa más visto de la televisión?
Yo trabajaba en Almería de ingeniero acústico haciendo mediciones y proyectos de aislamiento acústico, y un día, me escribió una amiga que trabaja en El hormiguero para contarme que estaban buscando a alguien con mi perfil para hacer los experimentos de la sección de ciencia. Yo mandé el curriculum, ella se lo pasó a mi jefa y luego me hicieron una entrevista.
¿Por qué crees que te cogieron?
No lo sé. De hecho, no esperaba que me fuera a coger. Creo que la clave fue hacer la entrevista muy relajado, mostrándome tal cual soy. Al día siguiente me llamaron.
¿Qué te preguntaron o qué pruebas tuviste que superar?
Me hicieron preguntas técnicas. Yo les conté, además, los proyectos que había hecho por mi cuenta, y todo encajaba. En El Hormiguero hay que tener mucha ambición, y por mucho que sepas, no dejas de aprender. Yo ya llevo siete años en el equipo de Ciencia y ya he aprendido más cosas que en la carrera.
¿Te dio vértigo cuando Pablo Motos te eligió para ponerte al frente de la sección de Ciencia?
Cuando me lo comunicó Pablo me sorprendí mucho y me dio alegría porque es una experiencia de la hostia. Yo me enorgullezco de que confíe en mí para hacer esto, que no es ninguna tontería. Lo pienso fríamente y digo 'vale, no tengo mucha vergüenza, he salido muchas veces en pantalla y no va a ser un problema'. Pero cuando iba acercándose el día, sí sentí el vértigo por la responsabilidad de hacerlo bien y de no defraudar, porque la sombra de Marron es muy grande (risas). La sección de ciencia es uno los pilares del programa. No tengo vergüenza, pero acojona un poco, ¿eh?
¿Has podido hablar con Marron?
Sí, con Marron hablo de vez en cuando. Es mi capitán. Está contento de que yo esté aquí, él me apoya, me pregunta, me da consejos. A Marron se le quiere mucho en el programa.
Ha pasado más de un mes de tu debut. ¿Sigues teniendo nervios con el piloto rojo?
Tengo más nervios en el ensayo que hacemos todos los días sobre las siete de la tarde, por ver cómo defiendo los experimentos. Es ahí donde me analizo tanto yo como Pablo. Una vez corregido, voy al directo con 'todo hecho'. Eso sí, hay que tener en cuenta que en el directo te están viendo tres millones de personas.
¿En El Hormiguero existe la palabra imposible?
Te digo la verdad. Nosotros empezamos con un reto, como por ejempl hacer una máquina que haga una determinada cosa y ahí es cuando decimos 'estás loco'. 'No, vamos a probar'. Poco a poco, las cosas van saliendo y claro, nos vamos complicando cada vez más porque la cuestión es subir de dificultad y no bajar el listón. Ya nos empezamos a cojonar un poco porque lo que hacemos son burradas aurénticas. Al final, los experimentos se convierten en un reto personal y me olvido de que estoy trabajando.
¿Cuál es el experimento por el que más orgullo tienes?
Recuerdo uno en el que había que golpea una pelota de tenis grande con un bate de béisbol y encestarla en una canasta. Estuvimos un montón de tiempo, nos volvimos locos. Luego, la temporada pasada la despedimos con fuegos artificiales que iban a ritmo. Fue una locura, con un despliegue de seis kilómetros de cable, miles de conexiones... Una cosa de locos.
Salir en El Hormiguero te ha convertido en uno de los rostros más conocidos de la televisión. ¿Cómo llevas esa popularidad?
Ahora voy en yate a trabajar (risas). No, ya ves tú. El otro día yendo al gimnasio, me encontré con una familia y escuché al niño decir 'mira, el sustituto de Marron'. Me di la vuelta para saludar al crío y su madre me soltó '¡ánimo!' por la movida en la que me ha metido Pablo. Sí que es cierto que en redes estoy recibiendo mensajes de apoyo que parece una tontería, pero sí que animan.
¿Cómo es Pablo Motos como jefe?
No tengo ninguna palabra de él. No tiene mucho más misterio porque me lo preguntan mucho mis amigos: 'Pablo es un jefe, no hay otra palabra que lo pueda definir mejor', les digo. El hormiguero está ahí por cómo es él, es un animal currando y le gustan las cosas bien hechas. Es un tío que sabe muchísimo de televisión. Me está ayudando mucho en esto de presentar.
¿Tienes tiempo para ver otros programas de televisión?
No mucho, porque de lunes a jueves estoy en la productora, y los fines de semana no suelo ver mucho la tele. Cuando lo hago, me pongo alguna serie de plataforma y el resto del tiempo hago música.
¿A qué serie estás enganchado ahora?
Ahora mismo estoy viendo The Last Of Us y Carnival Row. Yo me he pasado los dos juegos y la serie la han adaptado de puta madre.
¿Sigue activa tu faceta como DJ?
Pues mira. Cuando llegó el covid, necesité un parón porque no me motivaba la música. Me ponía en el estudio casi obligado y no fluía bien. Decidí aparcarlo y me tiré dos años que no he tocado nada... hasta el año pasado. No sé cómo, pero de pronto me volvieron las ganas con mucha fuerza, y todos los aparatos que tenía los vendí y me compré otros nuevos y mejores. Ahora, llego de El Hormiguero a las 11 de la noche y me pongo con el ordenador o leo cosas en fotos sobre mezclas, etc.