Diez años atrás, el 8 de abril de 2013, el séptimo arte español lloró por una terrible pérdida. Sara Montiel, la primera española que triunfó en Hollywood y todo un icono de la Edad Dorada del cine patrio, moría a los 85 años, víctima de una muerte súbita, provocada por un fallo cardíaco. Se iba así uno de los grandes iconos que entendía el cine de otra manera, de aquellos años en los que triunfaron otros grandes como Carmen Sevilla, Fernando Fernán Gómez, Lola Flores o Vicente Parra.
Hablar de Sara Montiel es hablar de una leyenda del cine, de la música y también de una mujer que ocupó innumerables portadas del corazón y fue el tema principal de múltiples programas de televisión. Es más, recordado fue su método de 'reducción de edad' en sus entrevistas, poniendo una media delante de la cámara para así difuminar ligeramente su rostro y lucir más joven. De hecho, esa media está conservada en el museo de RTVE, en el centro de que tiene el ente público en Sant Cugat, Barcelona.
Pero la relación de Sara Montiel con la televisión no solo estuvo relacionada con las noticias de la prensa rosa. Como sucedió con contemporáneas suyas como las mencionadas Carmen Sevilla o Lola Flores, Sara Montiel aprovechó el inicio de los 90 para reconvertirse en presentadora de televisión. De hecho, la actriz de El último cuplé y La violetera trajo la esencia del teatro de variedades a la pequeña pantalla.
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Su primera oportunidad como maestra de ceremonias fue con Sara y punto. Emitido en La 2 de TVE, el espacio dirigido por Eduardo Stern, se trataba de un programa que mezclaba el espíritu del cabaret con el teatro de variedades y los programas de humor, con secuencias dignas de Saturday Night Live. A pesar de que tuvo solo apenas siete episodios y que solo se emitió entre septiembre y noviembre de 1990, Sara y punto contó con invitados internacionales de lujo como Luciano Pavarotti, Charles Aznavour, Boney M, Spandau Ballet o Alberto Cortez.
Sara y punto comenzaba cada entrega con Sara Montiel protagonizando un número musical digno del Moulin Rouge, para después pasar una sucesión de sketches humorísticos en los que la propia actriz participaba y en los que estaban actores como José Luis López Vázquez, Moncho Borrajo, Ana Torrent o Miguel Rellán. La apuesta por el talento fue excepcional y fue un primer intento que sirvió de precedente para el programa con el que sería recordada en la televisión de los 90.
Una magnífica maestra de ceremonias para auténticos espectáculos de variedades
Ese programa con el que triunfó como presentadora de televisión fue Ven al paralelo, que tuvo dos temporadas también en La 2 entre 1992 y 1993. Inicialmente, fue un formato que no estuvo pensado para ella (iba a presentarlo Carmen Conesa), pero no hay dudas de que lo hizo suyo. Ven al paralelo tenía parte de la esencia de Sara y punto, aunque su ritmo era más rápido y más enfocado en el espectáculo.
Ven al paralelo apostaba para ser un cabaret televisado, en el que se acogían invitados tan diversos como el humorista Eugenio o la cantante cubana Celia Cruz. Un espacio con el que la cadena pública presumía de talento trayendo a la pequeña pantalla desde copla y zarzuela a coreografías dignas de Broadway, dejando también momentos para la comedia.
A diferencia de Sara y punto, Ven al paralelo sí que gozó del beneplácito del público. Un éxito que demostró la complicidad de Saritísima no solo con los espectadores, sino en cómo logró de hacer los teatros su segundo hogar y en cómo lo supo reinterpretar en lenguaje televisivo. Una faceta que no fue a más, a pesar de que Montiel demostró tener unas tablas magníficas como presentadora. Eso sí, afortunadamente, ambos programas, auténticas reliquias televisivas, pueden verse en las arcas digitales del ente público.