Este año, el Festival de Eurovisión tendrá cierta aura real. El rey Carlos III de Inglaterra y la monarca consorte, Camila, han inaugurado el M&S Bank Arena de Liverpool, el escenario que acogerá el certamen musical entre los días 9 y 13 de mayo. Todo un gesto real con el que el jefe de Estado británico y su esposa muestran su compromiso con el festival y que se produce apenas diez días antes de su coronación.
Se ha tratado de toda una visita oficial, dado que formaba parte de la agenda real. Carlos y Camila han aparecido en el escenario, con el rey siendo el encargado de apretar el interruptor con el que todas las luces del escenario se han encendido, dejando una imagen espectacular e ideal de inauguración. Todo un gesto simbólico, dado que ese mismo anfiteatro fue inaugurado en enero de 2008 precisamente por la reina Isabel II y su marido, el Duque de Edimburgo.
La visita ha sido completa, dado que Carlos III y Camila estuvieron hablando con dos de las presentadoras de esta 67ª edición, la británica Hanna Waddingham y la ucraniana Julia Sanina, a ambas se unirán Alesha Dixon y Graham Norton, este último un comentarista histórico del festival. Y en esa visita oficial, no pudo faltar que los monarcas se reuniesen con Mae Muller, la representante británica de este año.
No es el primer gesto de la Casa Real británica con el certamen más importante de Europa. En el 70º aniversario del reinado de Isabel II, justo el año pasado, uno de los invitados al Concierto de Platino fue Sam Ryder, representante de Reino Unido en 2022 y que quedó segundo. Posición que, dada la imposibilidad de que el país ganador, Ucrania, sea el anfitrión, le permitió al Reino Unido acoger el certamen este año. Se trata de la quinta vez que el país británico acoge el certamen sin haber ganado el año anterior, ya le sucedió en 1960 (ganó Países Bajos), en 1963 (ganó Francia), en 1972 (ganó Mónaco) y en 1974 (ganó Luxemburgo).
El escenario, completamente espectacular y en el que las luces jugarán un factor esencial. Julio Himede, responsable del diseño de la arena y que se ha encargado también de otros grandes eventos musicales como los MTV EMA y los Grammy, compartió que el diseño de este está inspirado en los ideales de “unión, celebración y comunidad”.
Se trata de un anfiteatro de más de 450 metros cuadrados y que rotan de manera independiente. También cuentan con más de 700 mosaicos de vídeo integrados en el suelo del escenario y una iluminación que cuenta con más de 1.5000 metros de luces LED. El anfiteatro, además, está pensado para rendir homenaje a Ucrania, país ganador del año pasado y que no ha podido acoger el certamen debido a la invasión rusa. Un gesto de fraternidad entre naciones que quería plasmar Himede.
“La arquitectura se inspira en un gran abrazo, abriendo sus brazos a Ucrania y a los artistas e invitados de todo el mundo. Me centré en los aspectos culturales y las similitudes entre Ucrania, Reino Unido y específicamente, en Liverpool. Desde la música, la danza y el arte hasta la arquitectura y la poesía”, explicó Himede cuando se presentó el diseño del anfiteatro para Eurovisión.