Carlota Corredera ya no se cuela en nuestros hogares a través de Telecinco, pero ha conseguido hacerse un hueco en el universo del pódcast con Superlativas. Y allí ha entrevistado a María Patiño, que nunca había hablado para un programa de estas características. Juntas han reflexionado sobre el feminismo en televisión y el ya desaparecido programa en el que trabajaron juntas, Sálvame.

Ha sido un encuentro muy sincero, en el que María Patiño ha reconocido que tuvieron sus más y sus menos, especialmente, desde la emisión de la serie documental Rocío. Contar la verdad para seguir viva. Carlota Corredera se implicó mucho en esta producción de La Fábrica de la Tele, y como se supo más tarde, acabó costándole el trabajo en la pequeña pantalla.

La actitud de Carlota generó incomodidad entre varios compañeros, entre las que se encontraba la propia Patiño, y por eso han puesto ambas en valor cómo hay que seguir luchando con perspectiva de género. Algo que Corredera valora que debería ser “una asignatura obligatoria” para aquellos que estudian Periodismo. “Así aprenderíamos que no se puede llamar 'viuda negra' a una mujer que mata a su marido o que no se puede poner siempre el foco en la credibilidad de la víctima, por ejemplo”, detalla.

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María Patiño le daba la razón, pues cree que hace falta “un poco de pedagogía” a la hora de explicar determinadas cuestiones, poniéndose de ejemplo a sí misma. “Lo digo porque a mí me costó. Hay veces que te sientes cuestionada, te rebelas porque quién eres tú, Carlota, para decirme que estoy equivocada. En ese momento, yo recuerdo tener una distancia contigo porque hasta me molestaba tu presencia”, afirmó la de Socialité, que sentía que su compañera era “la lista de la clase” que iba “a dar lecciones de feminismo”. Sin embargo, ahora ve con otros ojos noticias como las que se hacen sobre Dani Alves, cuando se habla de cómo lo estará pasando en prisión. A mí ha habido un antecedente que me ha ayudado a entenderlas, y fue lo que aprendí con la serie de Rocío”.

Ambas notaban esa tirantez, y en el caso de Patiño, se sentía muy cuestionada, y no entendía que la que fuese conductora de Cámbiame le dijese “que tengo una educación machista”. “A lo mejor incluso no hubiese cambiado de opinión, pero me estaba negando a descubrir algo diferente. Una vez que lo descubres, es alucinante lo fácil que es explicarlo todo. Ahora los análisis los hago a la velocidad de la luz, y antes me costaba mucho trabajo”, añade María Patiño sobre cómo consiguió ver las cosas de otra manera con el paso del tiempo.

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María incluso se ofreció a recoger el testigo de la labor que Carlota Corredera emprendió. “Me gustaría ayudar a los demás en la medida de lo posible, como hiciste tú conmigo. Eso cuando quieren, porque si veo que se cruzan de brazos me veo reflejada en aquella Patiño que se negaba a escuchar”, explicaba. Corredera agradecía sus palabras, sobre todo, por “el desgaste que he sufrido”.

“Yo tengo claro que me ha pasado factura, pero no quiero que la gente piense que es mejor no rebelarse. Yo no puedo engañar a la gente, tiene que saber que me ha pasado factura hacer feminismo en televisión, pero no hay que tener cuidado en este sentido”, exponía por su parte la presentadora del pódcast, que va a “seguir aquí haciendo lo que hago. Este es el periodismo que quiero hacer y no el que hacía”, lo que se podía interpretar como una declaración de intenciones.