Lara Álvarez nunca ha ocultado por qué decidió apartarse de la copresentación de Supervivientes. Eso sí, también han sido pocas veces las que ha ofrecido detalles sobre su marcha. Y es que la presentadora gijonesa se ha sincerado sobre cómo se sentía en los momentos de su marcha y cómo fueron "la tristeza y la ansiedad" que sentía lo que hicieron que no estuviera "al 300%" y prefiriese cederle el puesto a una nueva presentadora.
Y es que Álvarez ha sido una figura fundamental del reality desde su desembarco en 2015, cuando tomó el relevo de Raquel Sánchez Silva en Honduras. Durante siete años, la gijonesa estuvo informando desde la isla, conduciendo el formato con los concursantes y se quedaba en el país centroamericano durante los tres meses que duraba el reality. Un ritmo vertiginoso que terminó afectándola. Así lo desvela en su visita al pódcast La casa de mi vecina, presentado por Nagore Robles.
"Supervivientes ha marcado un antes y un después en mi carrera, en lo profesional y en lo personal, porque allí me he enfrentado a mi mayor miedo: la soledad. Pero no es tanto el cansancio del encorsetamiento en un mismo papel, sino más lo que yo sentía. Necesitaba hacer cosas nuevas", explica, agradeciendo que fue este reality el que le terminó de impulsar profesionalmente.
A pesar de ello, tal era la implicación de Álvarez, que ha provocado que terminase quemándose con el formato. "Soy muy exigente y eso he tenido que trabajarlo para empezar a disfrutar. En Supervivientes, precisamente, por la necesidad de hacer un directo y tener el respeto por los concursantes que lo están pasando mal, mi autoexigencia era enorme. Ahora, en Me resbala, el objetivo es divertirse y romper con el miedo a la corrección", señala.
Precisamente, ahora Álvarez ha presentado Me resbala, cuyo formato ha sido enteramente grabado. A pesar de la renovación completa del programa y de que no haber tenido buenos datos, para la presentadora ha sido una oportunidad de cambiar el chip tras su paso por Supervivientes. Y es que las ediciones marcadas por la pandemia del COVID-19 no ayudaron a que Álvarez disfrutase del formato.
"Eran 93 días y la estancia allí es dura porque se para la vida, y más en los últimos tres años que nos pilló la pandemia allí y no se podía hacer absolutamente nada", expone. Es más, tal era su nivel de ansiedad, que llegó a devolver en los minutos previos a que entrase en directo en las galas.
"A mí me ha pasado hasta 30 segundos antes de salir a un directo estar vomitando en una esquinita al lado de un árbol. Estar vomitando fatal de la ansiedad, de la tristeza que tenía en ese momento", confiesa en el pódcast, recordando que esto no se notaba a la hora de estar en el programa. "“Y luego entrar y decir: '¡Muy buenas noches, Jorge! ¡Muy buenas noches! ¡Besos desde Honduras!'. Porque, al final, dices: 'El espectador conecta para desconectar'".
"De repente dices: 'Es momento de un cambio'"
Un agotamiento físico y mental que hizo que optase por abandonar la copresentación y ceder el testigo a Laura Madrueño. "Fue totalmente necesario y el momento no fue tan duro como durante la toma de decisión. Te enfrentas a un momento en el que el consumo de la televisión está bajando, estás en el programa que más audiencia está teniendo, un papel asentado porque hay una trayectoria y un cariño del espectador, y de repente dices: 'Es momento de un cambio'", razona.
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"No es que no disfrutara, pero tampoco sentía que fuera a hacer la última edición al 300%, que era lo que yo me implicaba en este programa, y no me parecía justo", prosigue. En ese sentido, agradece haber pedido ayuda psicológica, dado que le dio "herramientas necesarias" que continúa "aplicando a día de hoy". "Empecé a ir a terapia porque sentía que teniéndolo absolutamente todo en mi vida, no estaba feliz. Se suponía que era lo que debía tener, lo que se esperaba que fuera lo correcto, y me sentía perdidísima y encima me sentía peor porque no tenía un problema real, me sentía desagradecida", le confesaba a Robles.
La edición de 2023 ha sido también la última con Jorge Javier Vázquez al mando, dado que se marchó antes de tiempo por problemas de salud que le obligaron a estar de baja. Tras la cancelación de Sálvame, el catalán volverá por todo lo alto esta nueva temporada con Cuentos chinos, el formato con el que Telecinco plantará cara a El Hormiguero.
"Yo a Jorge le admiro mucho. Aprendí muchas cosas, la más importante, la honestidad en pantalla. Es una persona que no disimula, no te va a pisar, pero si no le gustas tampoco te va a ensalzar y eso te pone a ti en la situación de querer superarte, querer hacer las cosas bien. Sacaba lo mejor de mí", comparte la gijonesa.