Aunque Jorge Javier Vázquez afirmó anoche en su estreno en Cuentos chinos que vuelve "sin ningún tipo de ánimo revanchista", lo cierto es que no dejó pasar la oportunidad para lanzar algún tipo de tirito a "quienes participaron" para que se marchara de la televisión el pasado mayo, a "quienes no trabajan y enreda" y hasta a Ana Rosa Quintana.
Durante los últimos días se había rumoreado mucho en el sector televisivo con que la gran baza para el estreno de Cuentos chinos sería la morbosa visita de Quintana a Vázquez ya que la madrileña será la que sustituya al catalán en las tardes de Telecinco.
Sin embargo, el primer invitado de Cuentos chinos fue el propio Vázquez, que no dudó en invitar a la hasta ahora reina de las mañanas a su nuevo programa después de que Anabel Alonso le preguntara si estaría dispuesto a acudir a TardeAR.
"Tengo que decir que a mí todavía no me ha llamado. Pero si esto fuera una novela de misterio, lo que te podría decir es que todavía no me siento con fuerzas para visitar el lugar del crimen", dijo el presentador en clara referencia a que el nuevo programa de Quintana se grabará en el plató de Sálvame.
"A ver, que tengo que decir que estaría encantadísimo, Ana Rosa Quintana, que sé que nos estás viendo, que estamos deseosos de recibirte también aquí en Cuentos chinos. Ana Rosa, estoy encantado de que vengas lo antes posible", añadió el showman.
Por otra parte, como decimos, Vázquez comenzó el programa lanzando alguna pulla ya que durante su baja médica logró atar cabos para entender qué ocurrió “y quienes participaron para que eso sucediera”.
Según se publicó entonces, el presentador sufrió una subida de tensión el pasado 18 de mayo después de que alguien filtrara a El Confidencial que Borja Prado preparaba la liquidación de su contrato, con dos millones en juego.
"Vengo a hacer lo que sé hacer: entretener. Mi único mensaje es que yo vengo a trabajar y lo único que pido a la gente que no trabaja, al menos no enrede", dijo después el presentador.
Más tarde, Vázquez también tuvo para los colaboradores de los programas de este verano. "He visto mucho la tele y si yo si fuera alguno de los colaboradores que han trabajado este verano en televisión estaría temiendo porque probablemente vayan a la cárcel por haber aburrido a la audiencia de esa manera".
"Están buscados por tentativa de homicidio, seguro. Me ha hecho mucha gracia porque he visto a mucha gente trabajado en televisión que estaba trabajando en radios, periódicos o confidenciales que hablaban mucho de la gente que trabajábamos en televisión y yo cuando les veía sentados en un plató pensaba: '¿Por qué?'", espetó el presentador.
Tan chino, tan ROJO
Aunque, sin duda alguna, una de las mejores pullas del regreso de Jorge Javier fue cuando afirmó estar en un plató “tan oriental tan milenario, tan chino, tan rojo”. Un guiño, sin duda, a la vez que afirmó que Sálvame era un programa de rojos y maricones y que tantos problemas le trajo después.
Y es que, tal y como contó hace unos meses, aquella frase llevó a que el anterior consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, le dejara de hablar durante una larga temporada. "Estábamos en pandemia, él estaba viviendo en Roma y acostumbraba a enviarnos, a los que conseguíamos buenas audiencias, un mensaje. Tenía una relación muy fluida con él y cesó. Lo pasé muy mal", reveló el presentador.
Hasta que un día decidió sentarse a escribirle un correo electrónico para sincerarse, trasladarle que no entendía su silencio y mostrarle su deseo de marcharse de la empresa. "Aunque haya acabado de firmar mi contrato de renovación, me quiero ir, no quiero trabajar en una empresa en la que se me castiga de esta manera", le espetó.
Vázquez cuenta que Vasile le contestó rápidamente y le expuso las razones de su silencio, lo que llevó a que hicieran las paces. "'Espero que no vuelva a pasar', le dije. Si volvemos a tener un desencuentro, me llamas y me dices: 'Esto no me gusta'. Pero no me lo vuelvas a hacer", escribe el presentador, que no dudó en "renunciar a mucho dinero".