Manu Sánchez ha dado una lección de vida y esperanza en su paso por El show de Bertín. El programa de Canal Sur contó con el humorista y actor como invitado este pasado viernes 26 de enero. El de Dos Hermanas ha comenzado el año de forma maravillosa, dado que ha regresado a la televisión autonómica, presentando de nuevo Tierra de talento, tras haber superado un cáncer de testículos con metástasis en los ganglios, que le diagnosticaron en abril del año pasado.
El sevillano no dudó en ofrecer una de las entrevistas más conmovedoras y emotivas que ha tenido el talk show que conduce Bertín Osborne. Sánchez ha hablado de cómo tuvo que vivir el diagnóstico del cáncer apenas dos días antes del nacimiento de su hija Leonor. “He recibido mucho cariño, a mí me ha sobrepasado, ha sido espectacular y eso lo agradezco porque ayuda mucho”, comentaba visiblemente emocionado. “Tras caer en la cama como si tiraran de un helicóptero tras operarte por 17 sitios y no te puedes mover y un mensajito de cariñito es muy de agradecer”, reconocía.
El comediante recordó cómo fue un dolor de espalda lo que hizo que le detectaran el cáncer. “Me dolía tanto la espalda que no podía tumbarme y dormía sentado en una silla. Me hicieron pruebas de todo menos la que no queríamos hacer desde el principio y mi médico que es mi amigo me dijo a ver si no estamos haciendo la prueba que tanto miedo nos da y la teníamos que haber hecho desde el principio”, explicaba en el programa, tal y como lo contó a Juan y Medio en La tarde, aquí y ahora.
“Tras terminar la quimio toqué la campana pero hasta los cinco años no nos dan el alta”, narraba, señalando que notó un bulto en los ganglios que tuvieron que extirpárselo. El humorista reconoce que ha sido esencial poder ser consciente de todo el proceso. “El enfermo tiene el derecho a enterarse de todo. Mi urólogo me dijo que serían 14 o 15 horas de operación pero si todo sale bien podrías salir parapléjico de la operación, los dos riñones lo mismo tendrían que sacarlos. Vamos que iba a salir parapléjico con diálisis a diario, etc. Así que eché mis llantitos, me abracé al médico y los dos llorando. Ha sido duro pero mira: aquí estoy”, explicaba.
Sánchez lanzó un alegato a favor de la sanidad pública, recordando que ha sido ésta donde ha obtenido el tratamiento. “Los cirujanos venían a verme casi a diario. Se les notaba la sonrisa en la cara. Yo era como su obra maestra. De aquí me va a doler la boca pero dar las gracias a nuestros grandes profesionales de la sanidad pública que nos salvan la vida y ojalá los cuidáramos y los mimáramos”, dijo, provocando el aplauso del público.
Y fue, en ese momento, cuando Sánchez dio su alegato a favor de la vida, recordando que hay que hablar sin miedo del cáncer y de cómo se supera, resaltando la importancia de referentes que ofrezcan sus testimonios. “Me he dado cuenta de que esto hay que contarlo, hay que compartirlo. Los entierros son muy difíciles de esconder. Hay coches largos, flores, coronas, bandas [...] Hay gente llorando, las campanas sonando, hay una misa, se va al cementerio, está el velatorio. Es muy difícil esconderlo”, comienza explicando.
“Entonces, nos enteramos quién ha sido el muerto [...] Los que se curan [de cáncer] o los que nos estamos curando, tenemos que contarlo. Porque de esto se sale, de esto nos curamos. Yo me he dado cuenta porque ahora la gente se acerca y me cuentan que ellos también lo han tenido. Un hombre me comentó que tuvo uno hace 10 años y que estaba perfecto. Otra que lo tuvo hace 12 años y está maravillosa. Otro que acaba de salir de uno y se ha curado”, compartía a Osborne para luego mirar a cámara. “A todos los que nos estén escuchando y estén pasando este trance, de esto se sale, nos curamos y se puede”, terminaba.