El relato ficticio de Carlota Corredera en La cena de los idiotés ha sido de lo más comentado en el sector televisivo en las últimas horas. La presentadora ha expuesto un dilema moral en el pódcast de Aimar Bretos que puede entenderse como un dardo a Telecinco por sus coincidencias con su trayectoria profesional.

La gallega empieza a narrar la hipotética coyuntura de una presentadora de televisión. "Tiene una carrera meteórica. Es una persona que es muy conocida", dice. Es una persona que es apasionada y que genera pasiones. Hay gente a la que le gusta mucho esa presentadora y gente que realmente la odia".

Carlota continúa su relato diciendo que le ofrecen un nuevo programa "muy controvertido" que tiene que ver con la violencia de género, pero que crea "una polarización brutal en la sociedad y también en la cadena en la que ella trabaja". En este momento, es inevitable pensar en la emisión de Rocío, contar la verdad para seguir viva, la polémica docuserie protagonizada por Rocío Carrasco y que supuso un antes y un después en Telecinco.

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"Ella decide posicionarse claramente con la igualdad, el feminismo, las víctimas de la violencia de género", prosigue para añadir después que "un buen día" llaman a esta presentadora "para decirle que la cadena prescinde de sus servicios". 

Esa presentadora atraviesa su "travesía en el desierto" haciendo periodismo "en sitios más pequeños". Sin embargo, la misma cadena que la había despedido la llama más adelante para ofrecerla regresar con "una oferta jugosa económicamente, con un buen contrato de cadena que le asegura estabilidad".

Todo a cambio a una "cláusula innegociable" que dice que tiene que "dejarse sus principios fuera del plató" porque "tiene absolutamente prohibido opinar, defender o tratar cualquier tema que tenga que ver con igualdad, violencia de género o feminismo" para convertirse en un "busto parlante". 

"¿Y tú qué hiciste?", pregunta el periodista de la SER. "Dije que no", responde Carlota para luego matizar: "Dije que no en la ficción". "No, no. A ver, por favor. O sea, por favor, que ya me veo los titulares de los digitales... Esto es un dilema ficticio. Es ficción, es ficción...", dijo. Por lo tanto, juzguen sus propias conclusiones.