El veterano escritor Eduardo Mendoza se convertía esta noche en el tercer invitado de El Hormiguero en esta semana de febrero. Aunque hacía un par de años anunció su jubilación, pues en la actualidad tiene 81 años, ahora presenta su nueva novela, de corte humorístico, Tres enigmas para la organización.

“Dije que me tenía que jubilar porque lo pensaba, y al día siguiente dije qué hago. No escribo más, porque lo he dicho, pero para entretenerme, voy a escribir una novela. Es tarde para aprender otro oficio”, explicaba el novelista nada más arrancar la charla con Pablo Motos. Así, escribía lo primero que se le pasaba por la cabeza, con una relajación a la que no estaba acostumbrado. “La ventaja de escribir sin presión es que no salen cosas muy lógicas”, añadía.

Tres enigmas para la organización trata de cómo una organización dedicada a la investigación busca el nexo en común de tres historias sin aparente relación: la de un hombre que aparece muerto en un hotel en Barcelona, la desaparición de un patrón de yate inglés y una marca de conservas que no ha subido sus precios cuando las demás sí.

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En sus novelas de humor, Mendoza siempre ha bautizado a sus personajes con nombres divertidos y extravagantes, y en esta no lo es menos. “A veces veo que pasa un camión de verduras con un nombre que me parece chistoso, o leo una esquela, y combinándolos, la verdura y el pobre difunto, sale un nombre, que luego voy cambiando”, reconoce.

Sobre su oficio, Mendoza cree que un escritor “tiene que pensar poco, para eso ya están los periodistas”, y que un novelista tiene que dejarse llevar. En sus textos mezcla cosas que oye en el bus o en el mercado, porque “un novelista tiene que estar en la calle”.

De la máquina de escribir de Eduardo de Mendoza han salido novelas de humor y también serias, y cree que es una suerte que hayan funcionado bien en los dos terrenos. Sin embargo, en cierta ocasión, estando en un país extranjero donde habían traducido sus novelas, le dio un consejo: “Deje de escribir novelas serias, porque de estas hay muchas, y de risa hay pocas. Quizá me estoy esforzando en escribir novelas serias y hay muchas”, reflexionaba el escritor.

Repasando su trayectoria, Pablo Motos habló de Sin noticias de Gurb, novela en la que un extraterrestre aterriza en España, y quiso saber qué pensaba Mendoza sobre lo que a un alienígena le llamaría la atención del país en la actualidad. “Prefiero no pensarlo, no lo sé”, esquivaba. Y tampoco se mojó el invitado cuando se le preguntó si un libro de políticos actuales sería una novela seria o tonta. “Se podría hacer una novela seria y una cómica”, respondía.

Respecto a otra de sus obras, Qué está pasando en Cataluña, Pablo Motos le preguntó que cómo ve la situación. “Pasa mucho menos de lo que dicen. Tiene la importancia que se le quiere dar. Hay un cansancio muy grande, ha habido una época muy tensa, muy crispada, pero dentro de Cataluña ha sido una época muy mala. Queremos volver a la normalidad, como sea”, pedía el literato.

En ese sentido, también detalló que cuando promocionó ese libro, los periodistas de fuera de Cataluña le preguntaban por la amnistía o Puigdemont, pero que los de la propia comunidad se centraban en otros temas como el fútbol o la comida. “No digo que el problema no tenga grosor ni sea preocupante, pero si está en una etapa larvada se puede presentar en otro momento, pero las cosas están así y lo importante es el día a día”, finalizaba al respecto.