Francisco tiene 55 años, es cocinero y se define como una persona soñadora, que cree en los sueños y las ilusiones. Por eso ha ido a First Dates este miércoles para encontrar un hombre con el que encaje. Afincado en Las Palmas de Gran Canarias, ama además de la cocina el arte, y ya ha ganado algún reconocimiento por sus carteles, aunque cree que necesita “un padrino” para poder triunfar. Le gustan los hombres masculinos que tengan barba y vello corporal, y que “sea agradable, sincera, honesta, divertida”. “En el amor no me ha ido muy bien del todo, no ha llegado la persona adecuada”, le confesaba a Carlos Sobera a su llegada.
Su cita ha sido Alain, quien también vive en Canarias, en Tenerife, y es de origen belga. Tiene 66 años, aunque asegura que tiene un corazón de 40 y un físico de 50. Esta diferencia de edad era interesante para Francisco, que contó que le gustaban los hombres mayores que él, aunque en un primer vistazo creía que sería algo mayor, ya que calculaba que tendría “71 o 72 años”. Alain, sin embargo, admitía que si veía a su compañero por la calle se giraría para seguir mirándolo.
La cena estuvo llena de confidencias sobre amores del pasado y otros aspectos. Y también hubo lugar para hablar de sexo. Así, Alain le preguntó a su cita si es activo o pasivo en la cama, “en la cama, en el sofá, en la cocina” o donde correspondiese. Incluso “sobre la lavadora”, pero “solo cuando está centrifugando”. “Soy activo, ser pasivo no me gusta”, explicaba el cocinero a su acompañante.
La respuesta satisfizo a Alain, que es pasivo. “He sido activo en mi juventud”, reconocía, pero cambió de rol sexual por un problema de salud. “He tenido un infarto, necesito tomar algunos medicamentos, y estos afectan...”, comenzaba a decir el belga. “Al bombeo”, terminaba la frase su cita, pero él le corregía. “Afectan más bien las erecciones”. “Para ser activo tienes que tenerla dura, si no, no funciona. Si no se levanta lo suficiente no funciona...” ,admitía en el espacio del confesionario de First Dates, donde los concursantes se expresan como no lo hacen durante la comida.
Aunque en un primer momento parecía que había poca química entre ellos, la cosa fue creciendo, y en el reservado, siguiendo uno de los juegos, acabaron dándose un beso y bastante largo. Ya más relajados, ambos coincidieron en que querían volver a verse ya fuera del programa de Cuatro.