Poco a poco, la segunda edición de Bailando con las estrellas está llegando a su final. Seis concursantes están todavía en competición y en este sábado 30 de marzo, el concurso presentado por Jesús Vázquez y Valeria Mazza despedirá a dos concursantes en la semifinal. El primero será nada más comenzar, al batirse en duelo Athenea Pérez y Mala Rodríguez. Será al final del programa cuando salga un segundo. En ese sentido, queda la duda de si Bruno Vila seguirá en el formato y se convertirá en finalista.
Hay un hecho que ha terminado haciéndose cada vez más evidente conforme numerosos concursantes han abandonado el programa: el público adora al Mozo de Arousa. Tremendamente popular por participar cada día en Reacción en cadena junto con los hermanos Raúl y Borjamina Santamaría, se ha convertido en uno de los participantes más queridos del público. La prueba más evidente es que es salvado nada noche por la votación popular.
Y es aquí donde puede surgir la comparación con Belén Esteban. La octava edición de Mira quién baila, la única emitida por Telecinco y que se llamó Más que baile, tuvo de ganadora a Belén Esteban. La de Paracuellos estaba en uno de sus momentos de popularidad más álgidos. A pesar de su progreso era muy bajo y que tuvo varios rifirrafes con el jurado, el público la fue salvando de cada gala desde el momento en el que comenzaron las eliminaciones (y ganando las dos veces que pasó a la segunda ronda).
Belén Esteban ganó frente a la que era favorita del jurado profesional, Edurne. La cantante demostró una destreza magnífica. En las galas previas a las eliminaciones, la artista solamente se quedó fuera de la segunda ronda en una ocasión. Sin embargo, a pesar de su rendimiento, llegó a estar nominada en tres ocasiones desde que las galas empezaron a ser eliminatorias. Todo lo opuesto a la excolaboradora de Sálvame, que era salvada siempre por el voto popular y no tuvo que ir a prueba de eliminación.
Algo similar está sucediendo con Bruno Vila. A falta de conocer el resultado de la duodécima gala, en las once previas, el joven gallego ha obtenido la peor puntuación del jurado en ocho ocasiones. Sin embargo, el sistema de votaciones envía a la prueba de eliminación a los participantes menos apoyados por el público. De ahí, que el Mozo de Arousa se haya librado de enfrentarse a dicha prueba.
Esto ha provocado que el tono del jurado haya subido de volumen, algo que se vio en la undécima gala, cuando fueron a ronda de eliminación Athenea Pérez, considera uno de los concursantes favoritos del jurado y que logró la máxima puntuación por segunda vez consecutiva.
“Estamos en la semana 11 y de la primera semana a esta tu postura no ha mejorado. Así que no veo una evolución. Si te sigues equivocando en los pasos, no hay evolución”, dijo Gorka Márquez. “Dices que somos injustos y lo injusto es que tú sigas aquí en un programa 11. Se han ido parejas que bailan mejor que tú”, expresó de manera más brusca Julia Gómez Cora.
“Valoro tu valentía de aceptar venir a un programa de baile, sobre todo mientras haces otro, pero Valeria acaba de anunciar que tienes más días de grabación [dada la ampliación de Reacción en cadena a los fines de semana]. Espero que des lugar a otros compañeros”, agregó. Unos calificativos que, junto con comentarios de otros compañeros pronunciados antes de su baile, afectaron profundamente al joven.
Toca ver qué sucederá en esta duodécima gala, pero si Bruno Vila sigue siendo salvado por el público, evidenciará que el jurado está provocando un efecto contrario al deseado con sus palabras. De hecho, los comentarios de la semana pasada provocaron que se pronunciase su compañero en el programa que presenta Ion Aramendi, Borjamina, quien afeó la actitud del resto de participantes y del jurado.
Más allá de entrar en valoraciones sobre el rendimiento del joven gallego, las audiencias de Bailando con las estrellas no están siendo brillantes (aunque tampoco malas). Dado que el apoyo del público es evidente, el programa tiene el dilema de si primar el progreso puramente de los concursantes o aceptar que parte de la magia de los talent shows en directo es que el público tenga su propia palabra.
Tal y como sucedió con Belén Esteban, legítima ganadora de Mira quién baila, a pesar de las críticas, sería positivo que sea el propio público el que decida hasta dónde llega el joven gallego. Eso quiere decir, que quizás el jurado debe tener más tacto a la hora de valorarlo.