Este domingo 19 de mayo, a las 21:30, laSexta emite una nueva entrega de Anatomía de…, el programa con el que Mamen Mendizábal ahonda en los casos periodísticos que más han conmocionado a la ciudadanía española. En esta ocasión, reconstruye el secuestro de Mélodie Nakachian, un caso que desconcertó a la sociedad española de 1987. Una niña de apenas 5 años fue llevada por la fuerza por una organización criminal. 11 días de cautiverio que se vivieron casi minuto a minuto en televisión.

El 9 de noviembre de 1987, mientras Mélodie se encontraba de camino al colegio en un coche conducido por su hermano mayor Raymond, el vehículo fue interceptado por una furgoneta. De esta, bajaron cuatro encapuchados armados les abordaron y se llevaron por la fuerza a la pequeña. Nacida en Las Vegas el 4 de enero de 1982, Mélodie era hija de un controvertido empresario libanés y de una cantante de ópera rock surcoreana, Kimera. La familia Nakachian era bastante conocida en la Costa del Sol.

Tres días después del secuestro, Raymond Nakachian, padre de la pequeña, recibió una llamada de un hombre que respondía al nombre de Óscar. Éste exigía 16 millones de dólares en billetes de 50. A pesar de que se comunicaba en español, un error lingüístico hizo que se le relacionase con un posible grupo francés.

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Dada la edad de la niña, el caso despertó una importante atención mediática tanto en España como en el resto del mundo. En las negociaciones, el empresario había logrado reducir la cantidad que se pedía por el rescate a 4 millones de dólares. Entre los hechos traumáticos que se revelaron del caso fue cómo los secuestradores entregaron una cinta de voz de la pequeña en la que ésta suplicaba a su padre que pagara, porque no quería “morir”.

Pareja particular, dado que se conocieron y se casaron en secreto en París, el empresario y la cantante se instalaron en la Costa del Sol y se codeaban con la jet set de la Marbella de la época. El secuestro de la niña tuvo dos importantes interpretaciones. Lo primero, fue uno de los ejemplos iniciales de cómo las mafias internacionales se estaban instalando en la Costa del Sol. En un momento en el que ETA causaba el terror en la sociedad española, las mafias justo acababan de instalarse.

Mamen Mendizábal en 'Anatomía de...'

El caso del secuestro de la pequeña Mélodie pone luz en la otra cara de Marbella, la de las mafias, narcotraficantes y delincuentes de cuello blanco. Y después estuvo la otra interpretación, de cómo la Guardia Civil y la Policía Nacional buscaron resolver el caso para demostrar que la Costa del Sol era un lugar seguro. En juego, estaba la joya del turismo nacional.

El caso sacó también la mirada más estrambótica de la jet set marbellí, con Kimera recurriendo a radiestesistas, videntes y astrólogos para que su pequeña volviera sana y salva. El caso se resolvió de la manera más curiosa, dado que la pérdida de una cartera y la buena alma de un sacerdote provocaron que la Policía hallase a los secuestradores. El religioso encontró la cartera y la entregó a la comisaría. Ésta escondía un borrador de la carta del secuestro y el lugar donde estaba retenida la menor.

Mafias en Marbella

El Grupo Especial de Operación de la Policía Nacional logró encontrar la vivienda, cercana a la localidad de Torreguadiaro. Los agentes detuvieron a 13 personas, casi todas de nacionalidad francesa. Entre los arrestados estaba el tal Óscar, quien resultó ser un ciudadano español que había vivido mucho tiempo en el país galo.

Imagen promocional de 'Anatomía de...'

Entre los detenidos posteriores también estuvieron dos famosos delincuentes del país vecino, Jean-Louis Camerini y Alain Coelier; así como también Jean-Pierre y Nadie Santoul, padres de un compañero de clase de Mélodie, quienes se acercaron a los Nakachian tras el secuestro fingiendo preocupación, pero con la intención de sacar información para dársela a los secuestradores. En los mensajes encontrados, el objetivo era secuestrar también al hermano pequeño de Mélodie, Amir, de sólo 3 años. Sin embargo, el día del suceso, el pequeño no había ido a clase.

Tras el secuestro, Mélodie siguió viviendo en España, donde siguió con sus estudios. A su vez, la pequeña grabó una canción con su madre, Mother, escrita por su propio padre y compuesta por Franck Pourcel. Años después, ya recuperada del trauma, Mélodie estuvo en la Universidad de Saint-Louis de Madrid. Actualmente, trabaja como psicóloga infantil en Estados Unidos, donde vive apartada de la vida pública.

El padre de Mélodie falleció el 16 de junio de 2014 a los 82 años de edad, víctima de una enfemedad fulminante. El empresario libanés falleció en su mansión de Estepona (Málaga). La familia cayó en desgracia en 2007, cuando el magnate fue detenido en Marruecos por una orden de extradición expedida por Arabia Saudí. Estuvo 100 días en una prisión de Rabat, en la que compartió celda con 70 presos.

En plena situación límite, Kimera hipotecó su casa, Villa Mélodie, para pagar sobornos a guardianes y reclusos y así evitar la muerte de su esposo. “Me gasté más de un millón de euros para que no muriese de hambre y de sed en presidio”, explicó la soprano en una entrevista para Vanity Fair. Un año después del deceso del empresario, el banco danés Jyske Bank reclamó su dinero. Las cifras eran muy altas, dado que Nakachian invirtió 250 millones de euros en una finca cerca de Ronda que fueron a fondo perdido, dado que los terrenos fueron recalificados como parque natural.