La gala de este martes de Supervivientes debía tener al cantante Arkano de protagonista. El rapero no tiene fuerzas para continuar y quiere abandonar la competición. Algo que la organización espera que no suceda llevando a su madre de visita para darle ánimos. Sin embargo, el verdadero protagonista de Supervivientes: Tierra de Nadie ha sido Ángel Cristo.

El hijo de Bárbara Rey vivió el puente de la confrontación con Aurah Ruiz el pasado domingo, donde se dijeron de todo. Y al acabar, los dardos entre los robinsones no finalizaron. “Desgraciada”. “Indigente mental”. “Basura”. “Las mujeres solo sabéis hundir a los hombres”. Estas fueron algunas de las frases que Ángel Cristo soltó a su compañera, y tras esto, se enfadó y salió de la zona perimetral, aquella que no deben cruzar por su propia seguridad.

Carlos Sobera mostraba este martes un plano de la isla, y explicaba cómo Ángel la cruzó entera hasta irse a la zona norte, donde su seguridad peligra. Y es que son terrenos con barrancos y oquedades, que también ponen en peligro al equipo del programa que quería rescatarle. Más de tres horas estuvo desaparecido de la organización. Un gesto que, según se avanzó, tendría consecuencias.

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En el plató, Ricky, el defensor de Ángel Cristo, explicó que el acto de su amigo merece un castigo, pero que se comportó como lo habría hecho aquí. “Esto de irse a caminar lo hace aquí también en España”, detallaba.

Antes de ver la secuencia completa de su huida, Carlos Sobera conectó con Ángel, que estaba apartado del resto de compañeros, a la espera de que le dijesen su castigo. “No voy a mentir, no me encuentro bien. Pero antes de nada quiero pedir disculpas a la organización, al programa y todas las personas que se han preocupado por mí. No he pensado en las consecuencias y he actuado de forma inconsciente, pido perdón desde lo más profundo de mi corazón”, detallaba.

Ángel admitía encontrarse mal psicológicamente, aunque físicamente sí esté fuerte. “Se han sobrepasado unas líneas rojas que nunca pensé que se sobrepasarían. Hay imágenes que a veces no se pueden captar, pero he explotado y he sentido la necesidad de desaparecer y encontrar el silencio sin importar lo que me pudiera ocurrir”, admitía. Tras esto, narró cómo lleva 4 años viendo muy poco a su hija “por un error que nunca me perdonaré” y que es importante que se sepa. “La gente tiene que entender lo que ocurre”, afirmaba.

Sobera le cortaba el discurso, algo que no gustó a Ángel, y le reprochó haber actuado de forma temeraria. “Me da igual las consecuencias. También deberíamos hablar de cuando Arantxa del Sol me pegó en la barca, había testigos, y no se tomaron consecuencias ante eso, ¿verdad? Consecuencias para unos sí, y para otros no”, criticaba. “Se le permitió estar aquí, se fue por decisión del público”, insistía, sobre la agresión que la propia Arantxa del Sol reconoció.

“Decidiste no denunciar lo que pasó”, le advirtió Sobera al respecto. “No mientan a la gente”, pedía Ángel, que no se sentía conforme con la explicación del presentador sobre que Arantxa ya no está en el concurso. Tras esto, el programa fue a publicidad.