La confesión de Pablo Motos a Robbie Williams sobre el síndrome del impostor: “Puedo compartir ese sentimiento”
- La estrella británica acudió a ‘El Hormiguero’ este lunes para promocionar ‘Better Man’, su película autobiográfica.
- Más información: Cómo el éxito de 'Renacer' y 'Una nueva vida' demuestran que las series turcas están más vivas que nunca en Antena 3
El Hormiguero afronta una semana llena de estrellas internacionales, y Robbie Williams ha sido el primero de esos protagonistas en pasar por el plató de Antena 3. En concreto, la estrella británica ha charlado con Pablo Motos de Better Man, la película autobiográfica que se estrena el 1 de enero.
El artista no ha tenido problema en resumir que su vida ha estado marcada por las adicciones a las drogas, malas decisiones, amores y desamores, o incluso un odio a su propia persona. “Una vida interior bastante complicada. Todos queremos ser vistos, oídos, y que nos quieran. Y eso es la historia que cuenta la película. Un ser humano que quiere que le quieran y que le vean”, explicaba.
Se trata de una cinta muy particular, en la que el personaje protagonista es un mono, creado por CGI, en vez de apostar por un actor que recuerde a su imagen. “Se nos ha olvidado que somos animales, porque nos ponemos ropa o nos ponemos calefacción. Nos recuerda a todos que todos somos animales”, sentenciaba.
Pablo Motos recomendaba a los espectadores que vayan a ir al cine que lleven pañuelos para llorar, porque “te rompe el corazón, te quiebra”. Y Robbie Williams le confirmaba que “los que la han visto lloran de forma positiva y no negativa”.
Sus ganas de triunfar procedían en la manera en la que se reflejaba en su padre, un hombre que era “un showman”, que “atraía a la gente y conectaba, con una personalidad enorme”. “Yo quería ser así, su actitud y su presencia cambiaba el ambiente y la cara de la gente”, admitía el invitado. Sobre la historia de su padre en la película, puntualiza que lo que ha contado es la versión de su madre, y que si narrase la de su padre, sería otra muy diferente.
La vida de Robbie cambia con 16 años, cuando se presenta a las pruebas para entrar en Take That. Y cuenta que causó buena impresión “porque guiñaba el ojo”. Y es que tras el casting, antes de irse, se giró y guiñó al mánager, y que gracias a eso le pidieron que volviese. Pronto se convirtió en una estrella internacional, y cayó en el mundo del alcohol y las drogas. “Caí en un alcoholismo desatado, y adicción. Pero cuando tienes 20 años, y eran los 90, no se hablaba de adicciones, depresión, ansiedad, y simplemente ahí estabas haciendo algo”. “Yo tenía 19 años cuando pensé por primera vez tengo un problema, y luego lo entendí”, reconocía.
En un punto dado de la conversación, Pablo Motos puso sobre la mesa el síndrome del impostor, que “te ha perseguido toda tu vida. Eres una estrella, pero no te considerabas suficientemente bueno”. Y ahí, el valenciano le hizo una confesión al británico: “Creo que puedo compartir bastante ese sentimiento. Es como que nunca nada es suficiente, ¿verdad? Como que el éxito dura 5 minutos, pero el tropiezo se queda a vivir contigo”.
“Pensaba que vas a decir que yo eso lo entiendo porque no tengo mucho talento”, bromeaba el cantante. Entonces expuso que él era una persona que no era nada en el lugar del que procedía, y que al encontrarse de repente con fama mundial afectó a su mente. “Era muy joven, y entre otras cosas sientes que no te mereces nada de eso. Y lo sentía de una forma muy extrema. Ahora no es que yo piense que me lo merezco ni que yo lo valgo, simplemente no me interesa si me lo merezco o no, o si lo valgo o no. Ya no me preocupa”, finalizaba.