Chelo García-Cortés desvela en ‘Ni que fuéramos’ el motivo por el que no se come las uvas en Nochevieja

La retransmisión de las Campanadas de Nochevieja fue uno de los temas que Ni que fuéramos Shhh trató en este jueves, en lo que ha sido su primer programa del año, tras un breve paréntesis navideño. Y de la celebración de ese 31 de diciembre también hablaría, más adelante y en solitario, Chelo García-Cortés.

Javier de Hoyos, que presentó el programa una vez más como suplente de María Patiño, se puso al frente de las redes sociales del programa para interactuar con los espectadores en una de las pausas publicitarias. Y llamó a su lado a Chelo García-Cortés, que había tenido una tarde complicada. Su amistad con Bárbara Rey provocó que sus compañeros le realizasen preguntas muy comprometidas, y como ella se negaba a responder, le atacaban. La veterana periodista estaba tan harta que incluso tuvo varios amagos de abandonar el plató.

“A veces te tenemos que picar un poco. Eres muy buena, muy buena persona y te queremos mucho”, admitía Javier de Hoyos. Ya con una sonrisa, su compañera exclamaba: “Cuando me cabreo me hace esto”.

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“¿Cómo pasaste la Nochevieja?”, le preguntaba de Hoyos a la periodista. “Ah, que no tomó las uvas”, apostillaba el presentador, justo después. Chelo le confirmaba su información: “No tomé las uvas”. Al ser preguntada por el motivo, la que fuese concursante de Supervivientes sencillamente respondió que “hace tiempo que no tomo las uvas”.

“Yo, si no las tomo, me agobio”, le aseguraba Javier de Hoyos en ese mismo sentido. Para Chelo, la molestia es “tener que estar haciendo tiempo para comerme las uvas. Me levanto muy temprano, a las seis de la mañana”. Además, deslizaba haber aprendido que “si tienes suerte, la tienes”, sin que el rito de la última noche del año tenga nada que ver. “Que no me gustan comerme las uvas”, finalizaba.

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Chelo no es el único rostro conocido de la televisión que no se tomó las doce uvas. En Vamos a ver, Alexia Rivas revelaba esta mañana que ella no come uvas, sino aceitunas, algo que iba a provococar que se le fuese a “echar la gente encima”. “Soy como una niña de siete años, no puedo tragarme las uvas y tomo aceitunas. Bueno, ni siquiera las aceitunas enteras. Me las tomo por la mitad”.

Por su parte, Carmen Borrego también confesó que no se toma las doce uvas, sino que se toma tan solo dos para no agobiarse demasiado. Un hecho que le impediría atraer la buena suerte para este 2025, según le apuntó algunos de sus compañeros.