Genoveva Casanova, ante su estreno en ‘El Desafío’: “Se me quemaron todas las pestañas y las cejas”

Un año más, El Hormiguero se ha convertido en el mejor escaparate para presentar El Desafío, el concurso de Antena 3 en el que famosos de todo tipo de procedencias se enfrentan a pruebas musicales, de apnea o de equilibrio, entre otras disciplinas.

Para promocionar la nueva temporada, que arranca mañana por la noche en Antena 3, Pablo Motos ha recibido a Manuel Díaz El Cordobés, Roberto Brasero y Genoveva Casanova; esta última hablaba por primera vez de su experiencia en El Desafío, pues se ausentó en la rueda de prensa de ayer, a la que asistió BLUPER, por motivos de salud.

“Nos vais a ver en diversidad de pruebas, fuera de nuestra zona de control. Y hay una cosa que entendí rápido es que todos los días que hacíamos una gala todos éramos ganadores”, aseguraba El Cordobés, en referencia a cómo una ONG recibe dinero del ganador.

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En su caso, el torero destacó que es el primer concursante con dos prótesis de cadera. “No se te nota cuando te mueves”, le aplaudía Genoveva. De Roberto Brasero comentaron que “habría que darle un Goya” por cómo se metía en su papel en las pruebas. “En el fuego lo pasábamos mal”, admitía el meteorólogo sobre su paso por el formato, al que ya vimos ardiendo en una de sus primeras promociones. “Cuando él estaba quemado, a diez o quince metros notábamos el calor”, apuntaba por su parte El Cordobés.

Para Casanova, las pruebas con fuego son algo “rarísimo”, y le impresionó mucho cuando vio las llamas a su lado por primera vez. “Tienes que aprender a mover el fuego, que te envuelve, se me quemaron todas las pestañas y las cejas”, reconocía la mexicana, quien sintió una afinidad especial con su compañera Victoria Federica.

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“Tengo debilidad con Vic. La vi crecer, es amiga de mis hijos, la siento como mi niñita”, relataba. Casanova también protagonizó, involuntariamente, uno de los momentazos de la temporada, pues se lesionó durante una prueba. Venía de superar un trombo en un pulmón, y por ello tenía la espalda y el abdomen, y fue esta parte la que más sufrió.

Así, desde El Hormiguero ofrecieron un anticipo en el que se le escucha gritar: “¡Me he desgarrado el abdomen!”. Y no fue la única secuela que vivió: como toma anticoagulantes se hizo muchos cardenales, “pero lo hice con tanta felicidad que me daban igual los moratones”.