M. B.
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La Fiesta del Cine batió ayer su propio récord con 603.809 entradas vendidas sólo en la primera jornada. Los precios reducidos de 2,90 euros resultan progresivamente más golosos que en otras ediciones, ya que en noviembre del año pasado el primer lunes de la fiesta atrajo a 497.330 espectadores; por no hablar de que la cifra conseguida ayer supone una subida del 563% respecto al lunes de la semana pasada, según la consultora oficial Comscore Spain.

Las cinco películas más vistas de la Fiesta están siendo Un monstruo viene a verme, de Bayona -que acaparó a un tercio de los asistentes-, La chica del tren, Inferno, El contable y El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares. Carne de taquillazo, y más teniendo en cuenta que dos de ellas -La chica del tren e Inferno- son las adaptaciones cinematográficas de celebérrimos best-sellers. Sin embargo, las recomendaciones que les ofrece EL ESPAÑOL van por otros derroteros.

1. Un monstruo viene a verme

El taquillazo del año es español y Bayona ha demostrado que juega en otra liga. Con Un monstruo viene a verme, el director cierra lo que muchos han llamado su ‘trilogía de la maternidad’ que comenzó con El orfanato, continuó con Lo imposible y cierra ahora con esta adaptación de la novela de Patrick Ness. Un cuento donde la fantasía se mezcla con el drama desgarrado: un niño debe afrontar la pérdida de su madre y recurrirá a la imaginación para ello. Bayona nunca se ha escondido, él hace un cine de sentimientos. Donde otros apelan al estómago, él lo hace al corazón.

Fotograma de Un monstruo viene a verme, el nuevo trabajo de Bayona.

La historia de este niño al que un monstruo visita cada noche como camino al duelo y a la aceptación era material inflamable. Madre con cáncer, niño que sufre bullying en el colegio, una abuela autoritaria… Bayona parecía retar a sus detractores eligiendo este proyecto como nueva película. Las críticas más duras recibidas por Lo imposible fueron, precisamente, por sentimentaloide y por forzar la lágrima. Aquí parece consciente de ello, y durante hora y media realiza un acto de contención, pero en la última media se desata. No se pierdan su mezcla de fantasía gótica y escape imaginativo.

2. La próxima piel

Isaki Lacuesta es uno de los directores de culto del cine español. Después de Los pasos dobles, ahora llega una película más accesible. La próxima piel es un thriller sobre el regreso a casa de un niño desaparecido. Las dudas sobre si es él realmente y sobre lo que ocurrió antes de su marcha marcan a unos personajes que necesitan sentirse queridos y que se encuentran perdidos, también geográficamente en un pueblo de los pirineos. Emma Suárez -también exquisita después de Julieta- y Àlex Monner -uno de los mejores actores jóvenes que tenemos- dan vida a madre e hijo. Es un drama con toques de suspense sobre la necesidad de sentirse querido y de encontrar el propio sitio.

3. El hombre de las mil caras

Es un Scorsese cañí. Alberto Rodríguez ha creado un thriller político pero comercial, capaz de narrar el momento en el que España "perdió la inocencia". Rodríguez revisó el auge de la burbuja inmobiliaria mientras la droga comía una ciudad en Grupo 7, las cloacas de la Transición en la magistral La isla mínima y ahora los años del GAL, de los fondos reservados, del señor X y de Roldán entregándose en Laos. El truco del éxito sigue siendo el mismo: crear una película vibrante y eléctrica a la que añade capas de profundidad mientras radiografía nuestra sociedad. Sale uno del cine de Rodríguez destrozado, pensando que España nunca ha estado limpia.

Fotograma de El hombre de las mil caras.

4. Elle

Paul Verhoeven es un director provocador e incomprendido: EEUU le llamó fascista, homófobo y pervertido y se echó las manos a la cabeza con películas como Starship Troopers y Showgirls. Después triunfó con Robocop y fue el responsable de otros títulos como Desafío Total e Instinto básico. Ahora Francia le ha apadrinado su nuevo filme, Elle, otro thriller erótico con Isabelle Huppert como protagonista. Una actriz de la que, como declaró a este periódico,“fácilmente me enamoraría, pero no de su personaje, es antipático y duro. Quizás podría ser interesante tener sexo con esa mujer si te gusta el sadomasoquismo, pero enamorarse es muy difícil". Uno de sus puntos fuertes: su humor negro y hasta enfermizo.

Fotograma de Elle.

5. Verano en Brooklyn

En Verano en Brooklyn, el director estadounidense -y conocido activista LGTB- Ira Sachs muestra cómo cualquier elección de los progenitores afecta a los cimientos de los hijos. Es lo que ocurre cuando Theo y Jake, dos niños que rápidamente se hacen mejores amigos aunque no tengan nada que ver el uno con el otro, observan cómo el alquiler de la tienda de la madre de uno de ellos se convierte en motivo de una disputa con muchas papeletas para acabar distanciándoles. Sin embargo, no cae en lo facilón: si hay dos adjetivos a los que Ira Sachs tiene alergia es a 'sentimental' y 'nostálgico'.

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