La reforma de la Ley del Cine fue anunciada como una salvadora que llegaba para arreglar los problemas de la industria. Después de muchos meses de conversaciones se aprobaba el cambio en la concesión de las ayudas para las películas. De un sistema que esperaba dos años y dependía de la explotación comercial en la taquilla se pasaba a otro que entregaba la ayuda antes del rodaje y en el que se valoran criterios objetivos como la viabilidad económica del proyecto o la carrera de la productora. Con esto se terminaba la compra de entradas por parte de los productores y con la inseguridad de esperar tanto tiempo para recibir un dinero que, en ocasiones, no llegaba del todo (el temido prorrateo).
Todo el mundo parecía muy feliz, pero los productores avisaron desde el principio: sin una dotación económica importante esto no servirá de nada. Desde el Gobierno se dieron 30 millones para este curso, lo que se consideró insuficiente. 20 fueron en una primera convocatoria que llegó tarde y que dio para ayudar a 20 películas. Los otros 10 se quedaron para una segunda convocatoria que se abrió justo después y que impulsaría las películas que se rodaran en la segunda parte del año. Nadie contaba con que Bruselas y Montoro tenían un as en la manga. En agosto se dijo que España tenía que dejar de gastar y se bloquearon partidas presupuestarias, entre ellas, estos diez millones para el cine español. Lo que desde Cultura decían que se resolvería en pocas semanas se ha alargado a los tres meses y las alarmas suenan. Se acaba el tiempo. Si este viernes el Consejo de Ministros no desbloquea las ayudas la industria verá paralizados los rodajes y alguna productora se verá en una situación caótica.
Ramón Colom, presidente de la Confederación de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), confía en que esta semana se resuelva esta situación. “Lo creo así porque hemos hablado con el Gobierno y tengo la impresión de que van a cumplir este viernes con lo acordado. A partir de ahí habrá que ponerse en marcha inmediatamente con los trámites que haya que hacer ahora”, cuenta a EL ESPAÑOL. Aunque crea que se desbloqueará no pone la mano en el fuego. “Hombre, yo no tengo el control de la agenda del Consejo de Ministros, pero si me dicen que lo van a resolver me lo creo. Si fuera más tarde iríamos muy, muy justos”, zanja. Para Colom esta “situación anómala” ha venido provocada por el 'sin gobierno' que ha tenido a España un mes paralizada y la orden de Bruselas de no gastar, pero ahora cree que llegará un momento de más tranquilidad.
Tono Folguera, Productor de Lastor Media, coincide en que este viernes parece la fecha en la que acabará la pesadilla. “Me es difícil creer que no se vaya a solucionar, porque el mismo Gobierno dinamitaría el formato que ellos mismos han creado. Si no se desbloquearan provocarían que el año que viene, aunque hubiera dos convocatorias, se hicieran locuras para ir a la primera, además de que supondría el incumplimiento de una norma y una promesa. El ICAA sería uno de los primeros perjudicados, porque han traído estas ayudas para poner sentido común en las ayudas publicas y saltaría todo por los aires”, cuenta a este periódico.
Me es difícil creer que no se vaya a solucionar este viernes, porque el mismo Gobierno dinamitaría el formato que ellos mismos han creado
Él es de los afortunados que consiguió la ayuda en la primera tanda y confiesa que “le quita el sueño pensar que habría ocurrido si hubiera esperado”. “Probablemente hubiera cerrado la productora y el trabajo de los dos últimos años”, añade. Lo mismo que le ocurrirá a muchas productoras si el Consejo de Ministros no incluye en su agenda de este viernes el desbloqueo. “Si esto fuera así cerrarán productoras, incluso grandes. Si se te cae un proyecto tan maduro y en el que has hecho todo bien y en el que sólo faltaba esta parte, hay que empezar otro nuevo y en eso a lo mejor tardas otros dos años, porque tu idea es que el año que viene rodabas este. Las empresas no pueden estar dos años de sequía”, añade Folguera que cree que estos meses se ha vivido una “sensación de desamparo total”.
El tiempo es dinero
Uno de los que esperan esta resolución con más ganas es el productor Elio Quiroga. El productor y director fue uno de los afectados por la letra pequeña de las nuevas ayudas. Se presentó con su nuevo proyecto, La estrategia del pequinés, a la primera convocatoria. Con ella tuvo los puntos necesarios para recibir una ayuda, lo que no había era dinero suficiente para dársela, por lo que desde el ICAA le dijeron que lo único que podía hacer era presentarse a la segunda convocatoria.
Eso fue lo que hizo, pero el bloqueo de esos diez millones le tiene parado desde entonces. “Tenemos la producción cerrada, el casting cerrándolo que es lo más complicado y a esperas de que se pronuncien. Estas cosas me alucinan. A Renault, que es una de las empresas más subvencionadas de España, nadie se le ocurre que haya el más mínimo retraso en las ayudas. Entonces, ¿qué pasa aquí? ¿es por qué somos la industria cultural”, cuenta Quiroga, que tiene a 50 personas esperando para trabajar.
Así están todos los productores de esta segunda convocatoria. “No sólo somos nosotros, hay mucha gente y productoras a la espera. Esto nos cuesta dinero en todos los aspectos”, añade Quiroga que cree que uno de los principales problemas es que los contratos con las televisiones públicas caducan y todos los proyectos se vendrían abajo si no llegan estas ayudas. Un drama que también percibe Tono Folguera, que cree que esto está provocando “un paro total de productores que confiaron en su Gobierno y que no han hecho nada erróneo, sólo seguir el proceso normal".
Tenemos la producción cerrada, el casting cerrándolo que es lo más complicado y a esperas de que se pronuncien. Estas cosas me alucinan. ¿Qué pasa aquí? ¿es por qué somos la industria cultural?
Por desgracia estos desdenes ya no sorprenden a la industria, como cuenta Sebastián Arabia, productor, director y miembro de la Junta Coordinadora de la Unión de Cineastas, que lo ve como “una cosa más de las que vienen sucediendo al cine desde hace mucho tiempo”. Conoce a muchos colegas que “incluso habían arrancado el rodaje porque tenían ayudas autonómicas y que ahora se han frustrado”. Arabia pone el foco sobre un sector al que nadie suele prestar atención: el cortometraje. “Son rodajes que siempre tienen precariedades y esto son sólo más problemas para hacerse, otro palo en la rueda”, explica.
Espera que impere el sentido común, pero tampoco le extrañaría que “se mueva a los presupuestos de 2017 y punto pelota”. “Como los criterios que operan aquí son los del Ministerio de Hacienda, que es quien dispone según unos criterios que uno puede especular cuáles son, pues tampoco se puede esperar con certeza. Pero no se entendería que ese bloqueo no se pueda terminar ahora si fuera por el 'sin gobierno'. Esto afectaba también a los premios nacionales y ya se desbloquearon, así que si las ayudas no se desbloquean no entiendo las razones, y si hubiera otras tendrán que exponerse”, zanja el miembro de la Unión de Cineastas. La pelota está ahora en el tejado del Gobierno, que tiene 48 horas para responder a la señal de alarma que le lanza la industria del cine español.