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La saga Star Wars parecía invencible, al menos en la taquilla. La unión de George Lucas y Disney se había demostrado intratable. El episodio VII, primera entrega de la nueva trilogía, reventó todos los records de taquilla existentes, algo que volvió a hacer, aunque en menor medida, el Episodio VIII, que sufrió las consecuencias de provocar a los fans más acérrimos, que la criticaron con fuerza, a pesar de ser uno de los capítulos mejor recibidos por la crítica.

Hasta la polémica Rogue One, que rodó varias escenas nuevas y se montó de nuevo, fue un cohete en las salas. Todo estaba a favor del nuevo spin-off del universo extendido de la franquicia, el dedicado a contar los orígenes de Han Solo, pero meterse con un personaje tan mítico y carismático tiene sus riesgos, y la jugada le ha salido mal a Disney. La película ha sido una decepción en todo el mundo, donde su resultados están muy por debajo de lo esperado, algo muy preocupante para un filme del que se esperaba un taquillazo y que ha costado según algunos medios más de 300 millones de dólares.

Hasta en España la fuerza les ha abandonado. La película ha sido número uno, algo lógico viendo el número de salas y la publicidad hecha, pero con unos datos de filme mediano, 1,8 millones de euros. Bastante menos que Deadpool 2 la semana pasada, e incluso una cantidad inferior a la que logró la española Campeones, dos millones. La cifra ya es ridícula comparada con lo que hizo hace un mes Vengadores: Infinity War (también de Disney), que reventó con 7,2 millones.

Tráiler de Han Solo

Han Solo es la película de Star Wars que peor ha funcionado en taquilla desde la resurrección de la franquicia. Rogue One sumó 3,9 millones de euros, 4,52 si se cuentan los cuatro días que tuvo de estreno. Los últimos Jedi fueron mejor, 6,3 en diciembre del año pasado. El récord está en El despertar de la fuerza, que rompió todas las expectativas con 8,7 millones de euros. Habrá que esperar al boca a boca, pero tendrá que sumar mucho para superar el millón de espectadores, una cifra muy mala para un taquillazo como este.

En EEUU la cifra sería todo un exitazo para cualquier filme, 83,3 millones de dólares en sus tres primeros días y un estimado de 101 con el día festivo, aunque ya muchos dudan que vaya a conseguir llegar a los tres dígitos, ya que después del viernes se ha hundido progresivamente. Las estimaciones finales del estudio eran de 140 millones, por lo que la sensación de decepción está ahí, y queda ver si aprobarán las secuelas que tenían planeadas.

Esa es otra de las claves del batacazo del filme. En China sólo ha logrado 10 millones en su primer fin de semana

Donde peor golpe se ha dado la película de Han Solo es en el mercado internacional, donde sólo ha logrado 65 millones, y eso que ha estrenado en todos los países importantes, excepto Japón. En EEUU la caída comparada con Rogue One hace dos años es de un 54%, parecida a la que ha sufrido internacionalmente, donde el filme dirigido por Garth Edwards logró 134,9 millones, frente a los 65 de esta, y eso contando que aquella no había estrenado todavía en Corea del Sur y China, algo que sí ha hecho Han Solo.

Esa es otra de las claves del batacazo del filme. En China, donde actualmente la taquilla es casi más importante que en EEUU ha sido un fracaso y sólo ha logrado 10 millones en su primer fin de semana, un tercio de lo que hizo Rogue One. El país asiático nunca ha sido amigo de la saga de Star Wars, pero este resultado lo aleja aun más de un mercado fundamental si quieren batir récords con los siguientes episodios. La fuerza no ha acompañado a Han Solo, y ahora Disney tendrá que medir mejor los pasos de la franquicia para no quemarla antes de tiempo.

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