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En plena pelea sobre si las películas de Netflix deben optar a los premios e ir a los festivales de Cine, en Málaga se han posicionado seleccionando dos títulos dentro de su Sección Oficial. El primero, fuera de concurso, es A pesar de todo, y es una apuesta frontalmente sincera, y así lo han dicho en su presentación a la prensa: esto no es cine de autor, es cine de sábado por la tarde.

Así que con las cartas sobre la mesa la plataforma, en asociación con Bambú, ha creado una comedia de esas que arrasan en taquilla, pero que esta vez lo hará en visionados en Netflix (o no, ya que la empresa no ofrece los datos de sus títulos). La película en cuestión se llama A pesar de todo, y lo que han conseguido es juntar a cuatro de los rostros femeninos más populares de la industria actualmente y crear una comedia tan inofensiva que nadie se sentirá ofendida.

Una versión naif de Las chicas de oro versión española en las que cuatro hermanas -Belén Cuesta, Macarena García, Blanca Suárez y Amaia Salamanca- descubren que su padre (Juan Diego) no es su padre, sino que su madre Marisa Paredes, tuvo a cada una de ellas con un hombre diferente. Una comedia de enredos que servirá para que saquen todos sus traumas familiares. Se echa en falta la mala leche de Estelle, Blanche y compañía, pero aquí se busca a otro público.

Las actrices con Juan Diego en la película.

Las marcas pagarían millones por tener juntas a estas cuatro mujeres, pero ha sido Netflix la que lo ha conseguido en otro movimiento de márketing tan suyo que no sorprende. Ellas son el motor y la imagen del filme que intenta meter toques modernos y feministas (una de ellas es lesbiana, la otra un poco punki y la pija encontrará su redención), aunque siempre cediendo ante las normas del blockbuster más comercial y tradicional. Por supuesto una de ellas tiene interés amoroso para no traicionar a nadie.

Las clásicas preguntas sobre si las relaciones familiares y el amor son una cuestión de sangre o de afecto; Belén Cuesta llevando el peso cómico de la función y una trama a la que se le ven los giros desde el primer minuto. Es la fórmula de la coca cola que esta vez tiene algo interesante. Las cuatro estrellas son mujeres, y también la directora. Una versión española y feminista de Los vengadores que demuestran que al final sólo era una cuestión de voluntad de los que tienen el dinero y toman las decisiones.

He visto cero ego en esta peli, es que nos apoyábamos, si había alguna duda nos preguntábamos...

Todas las actrices destacan el buen rollo que han tenido en todo el rodaje, y se ríen con la comparación con la mítica serie de la que dicen que podría ser “la precuela”. Muchos pensarán que tener a cuatro estrellas podría ser un riesgo y acabar con egos desatados en el rodaje, pero todas lo rechazan tajantemente. “He visto cero ego en esta peli, es que nos apoyábamos, si había alguna duda nos preguntábamos...”, dice Amaia Salamanca a EL ESPAÑOL. Su compañera Macarena García coge el relevo y asegura que “todas queríamos que la otra brillara”.

“Somos conscientes de cada una tiene su momento, su escena, no ha habido nada de lo que se supone que pueda suponerse que podía haber”, zanja antes de que Blanca Suárez de la puntilla: “Es que no es una cuestión de generosidad, de decir ‘hago un acto de generosidad’, es que salía de dentro el observar alrededor, a tus compañeras y ha habido muy buena conexión”.

En este proyecto no sólo son cuatro actrices liderando, sino que ha sido una directora la que ha llevado las riendas, Gabriela Tagliavini. Esto convierte A pesar de todo en una rara avis en una industria todavía dominada por los hombres. Ellas lo celebran, y además cuentan que ellas también tienen un plus de exigencia en estos momentos. “Me pasa en la vida también. Que se hable de esto hace que seamos conscientes de cosas que antes no éramos. Por eso es importante el debate y que se hable y se abra la mirada. Hay cosas que antes parecían normales que luego las ves y no eran tan normales, y eso se traslada al trabajo”, explica la actriz de La llamada.

Quiero tener la posibilidad de poder elegir, a veces querré ir al cine y otras ver otro tipo de entretenimiento en mi casa. No es a quién quieres más, a papá o a mamá

Amaia Salamanca recuerda que los primeros papeles que hizo en cine siempre eran de “acompañante”. “Era la pareja de, o la acompañante de una historia masculina, por eso cuando me llega este guion y veo que no hay una historia de amor de por medio y que somos cuatro mujeres me doy cuenta de que es algo muy distinto”.

Por supuesto el debate de Netflix sale a la palestra, y todas optan por mediar en el conflicto. “Yo es que quiero tener la posibilidad de poder elegir, a veces querré ir al cine y otras ver otro tipo de entretenimiento en mi casa. No es a quién quieres más, a papá o a mamá”, comenta Amaia Salamanca que compara el debate polarizado como si se defendiera a equipos de fútbol.

Banca Suárez pide que no se cierren los cines, pero también respeto para toda la gente que hace una película en una plataforma como Netflix: “me parece que por el hecho de que no se vaya a proyectar en una pantalla dan por hecho que el proyecto va a tener menos calidad o menos sensibilidad. Los tiempos están cambiando, y yo también tengo miedo de que desaparezcan los cines. Ojalá no lo hagan, pero como consumidora quiero tener la oportunidad de elegir lo que veo en mi plataforma o de ir a un cine y meterme un maratón en una sala”.

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