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El Festival de Cine de San Sebastián se enfrentaba este año a dos polémicas. Una, el Premio Donostia a Johnny Depp, que prometía más tormenta y al final se quedó solo en marejada con una rueda de prensa donde se placaron las preguntas sobre los supuestos malos tratos del actor a su expareja. La segunda era la que concernía a la decisión del certamen de eliminar la diferencia de género en el premio de interpretación. Muchas asociaciones feministas se quejaron mostrando su miedo a que al unir los galardones, las mujeres se quedaran en un segundo plano, especialmente cuando la industria todavía no es paritaria ni ofrece las mismas oportunidades a hombres y mujeres.

El palmarés entregado por el jurado de esta 69 edición, presidido por la directora Dea Kulumbegashvili, y formado por las realizadoras Maite Alberdi y Audrey Diwan, la actriz Susi Sánchez y el productor Ted Hope zanjó de alguna forma la polémica con una lista de ganadores donde las mujeres coparon todas y cada una de las categorías, empezando por el más importante, la Concha de Oro, que fue a parar a Alina Grigore, actriz rumana que con Blue Moon debuta en la dirección.

Un filme que había polarizado a la prensa pero que en su retrato de masculinidades tóxicas y abusos del patriarcado desde una mirada radical y autoral ha convencido al jurado. No estaba entre las favoritas, como tampoco lo estaba Earwig, otra película que había dividido del todo a la crítica. Obra maestra para unos, demasiado críptica y centrada en la experiencia estética para otros. Sea como sea, han reconocido a su directora, Lucile Hadzihalilovic con el Premio de Jurado. Para la mejor dirección, otra mujer y otra debutante, la danesa Tea Lindeburg. Esta sí estaba en todas las quinielas por As in heaven, otro retrato sobre cómo el machismo ha asfixiado a generaciones de mujeres.

As in heaven.

Y ahora llegamos al premio en cuestión, el que todos esperaban, la Concha de Plata a la Mejor interpretación. Punto. Sin adjetivos. Ni masculina ni femenina. Mejor interpretación. Todos los ojos estaban aquí. Pasara lo que pasara habría polémica. Si el elegido era un hombre se diría que la eliminación de la distinción de género borra a las mujeres. Si la elegida era una mujer algunos apuntarían a que el jurado ha actuado de forma ‘activista’. Muchos especularon con un ex aequo para un hombre y una mujer. Así no tendrían que mojarse.

Lo que parecía claro es que ese premio, este año, tendría el nombre de Javier Bardem. Su interpretación en El buen patrón era tan rotunda, tan perfecta y tan descomunal que nadie pensaba que otra persona pudiera entrar en la ecuación. No entró sólo una, sino que entraron dos. Y dos mujeres para completar el repóker femenino del Zinemaldia. La joven protagonista de As in heaven, Flora Ofelia Hofmann Lindahl compartió el reconocimiento con Jessica Chastain, que visitó el festival el último día con Los ojos de Tammy Faye y se quedó para poner la gota de glamour a la clausura. La actriz de La noche más oscura comienza su carrera por el Oscar en un filme producido por ella y hecho a medida para ganar premios. Cada fotograma lo grita, y a veces incluso va en su contra.

Jessica Chastain como Tammy Faye.

Hasta el premio a la mejor fotografía, uno de los sectores que más brecha de género sufre y donde las mujeres son todavía un porcentaje muy escaso, fue femenino. La ganadora fue Claire Mathon, uno de las mejores directoras de fotografía del momento que destacó hace dos años gracias a su trabajo en Retrato de una mujer en llamas, y que en este 2021 se lleva este premio por Undercover, el mismo curso donde también ha trabajado de nuevo con Céline Sciamma en Petite Maman y con Pablo Larraín en Spencer.

Las mejores películas de esta edición o se fueron de vacío, como El buen patrón, o se conformaron con premios menores. El de guion fue para Benediction, de Terence Davies, poca recompensa para este alegato antibelicista complejo y lleno de hallazgos que cuenta la vida del poeta Siegfried Sassoon. También sabe a muy poco el premio a la mejor interpretación de reparto para todos los chavales de Quién lo impide, la mejor película vista en la Sección Oficial. Un galardón que, de alguna forma, reconoce el increíble trabajo de Jonás Trueba, pero que es escaso para un filme libre, mágico y novedoso. Para compensar, los informadores de cine sí que reconocieron a la película con el Feroz Zinemaldia. Se cierra así una de las mejores ediciones en años, con una sección oficial de un nivel altísimo y con un palmarés que dará que hablar.

Palmarés completo

Concha de Oro: Blue Moon

Concha de Plata (Mejor dirección): As in heaven

Premio del jurado: Earwig

Mejor interpretación: Jessica Chastain, por Los ojos de Tammy Faye y Flora Ofelia Hofmann Lindahl, por As in heaven.

Mejor interpretación de reparto: todo el equipo de actores y actrices de Quién lo impide.

Mejor guion: Benediction

Mejor fotografía: Undercover

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