Carlos Latre en la premiere de 'Un héroe samurái'

Carlos Latre en la premiere de 'Un héroe samurái' GTRES

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Carlos Latre: "La gran mayoría de los humoristas de hace años no pasarían los filtros actuales"

El cómico se pone la capa de villano en 'Un héroe samurái' y recapacita sobre la corrección política, la autocensura y la cultura de la cancelación.

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"Un personaje malo siempre es buenísimo", porque en lo antagónico suele residir la clave del éxito. A Carlos Latre (Castellón, 1979) poco le importa si algo es blanco o negro, siempre que el humor sea el hilo conductor de todo lo que hace. Ya sea en teatros, en la calle o en la tele, el cómico considera primordial que, en plena ola de revisionismo humorístico y de cancelaciones a golpe de tuit, las risas vengan de la mano de lo "canalla". "Tenemos que buscar el desenfreno y volver a tener fe en la comicidad", incide en su entrevista con SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL.

El humorista pone voz a Ika Chu en Un héroe samurái: animación que recupera a los guerreros asiáticos como protagonistas de un largometraje apto para todos los públicos. El villano de la cinta permitió a Latre ahondar en un torbellino de emociones a la hora del doblaje. "La soberbia, lo ampuloso, se hace pequeño, es un cobarde, es un gritón", enumera, puntualizando que los malvados "tienen mucha más riqueza" en términos interpretativos. Además, pudo compartir rol con Ricky Gervais, el auténtico "villano de la comedia", que pone voz al personaje en su versión original. 

Pese a que admite que en su carrera se ha topado con todo tipo de retos, inclusive "doblar personajes en los que sólo tenía la boca", un auténtico "trabajo de orfebrería", en Un héroe samurái todo ha ido rodado. "Tengo la gran suerte de poder escoger los proyectos en los que me embarco y esta ha sido una gran elección", apostilla.

Clip exclusivo de 'Un héroe samurái'

Un amplio abanico de opciones, o un rango alto de imitaciones, pueden haber marcado su carrera, pero Latre no se esconde a la hora de analizarla. "He tenido la suerte de haber sido bastante blanco y familiar en las cosas que he hecho a lo largo de mi propia historia", responde acerca de si sus sketches han aguantando el peso del tiempo en una era en la que las bromas "se toman con papel de fumar". "Hay que tener cuidado", alerta el humorista, pues "ahora se es autocrítico y censor", algo que considera "bastante triste". 

El feminismo y las nuevas generaciones han dado forma a un lenguaje completamente diverso en el que el humor no siempre justifica los medios. Las bromas racistas, machistas y homófobas explotadas con frecuencia en el pasado no se consideran comedia en el catálogo actual. El debate de qué es humor y qué no queda regalado a los expertos, pero los cambios de paradigma culturales y sociales han hecho caducar las trayectorias de muchos cómicos.

"He tenido la suerte de haber sido bastante blanco y familiar en las cosas que he hecho a lo largo de mi propia historia"

"La gran mayoría de los humoristas de hace años no pasarían los filtros actuales, los tabúes o las cogidas con pinzas que tenemos", opina tajante. Latre es consciente de que una broma malinterpretada puede acabar con una carrera, pero lanza un alegato a favor de la comedia irreverente. "El humor tiene que romper tabúes y barreras", indica.

"Soy un valiente y no creo que hubiese tenido problemas", responde sincero sobre qué hubiese sido de su trayectoria de haber arrancado hace un lustro. "Me amoldo a las novedades y evoluciono muy bien, sino es difícil tener 30 y pico años de carrera", añade. 

Y entre la cultura de cancelación, la polémica recurrente por la falta de perfiles femeninos en la comedia española o las reiterativas declaraciones de que "ellas son menos graciosas". Pasó hace un año con el gerente de La Chocita del Loro, que afirmó a vivo pulmón que el humor "que hacen ellas es como de víctimas o muy feminista".

"Siempre ha habido mujeres muy valientes que han roto prejuicios", responde Latre a la vez que nombra a Lina Morgan como referente, entre muchas otras compañeras de profesión. "Han tenido que ser estereotipadas por los momentos históricos que les ha tocado vivir", defiende el cómico. "Mi mundo no existiría sin la mujer, y el mundo de la comedia necesita cuantas más mujeres mejor, no sólo en primera línea, también en la dramaturgia, en el texto, en el guion", concluye.

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