Crítica: 'Pobre diablo', la biblia ilustrada del chanantismo

HBO Max ha estrenado al completo Pobre diablo, su primera y esperada serie de animación en España, y nueva creación de los chanantes Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Miguel Esteban. Una comedia que nos coloca dulcificadamente frente al espejo de nuestros propios demonios como sociedad.

Su protagonista es un Z de lo más normal, con los sueños e inseguridades propios de la edad, obviando la pequeña circunstancia de que se trata del mismísimo Anticristo. Con 665 meses vitales, le quedan 30 días para desatar el Armagedón. Una tarea para la que aún no está del todo preparado y a la que no tendrá más remedio que enfrentarse.

Como una suerte de "viaje del villano", el protagonista vivirá en la -esperemos- primera temporada su descenso a los infiernos. Tanto metafórico como literal. La tentación de hacer el mal para no defraudar a su padre es el motor de conflicto de este personaje, que es bueno por naturaleza a pesar de ser el hijo del mismísimo Satán.

La familia de 'Pobre diablo', una disfuncional como cuaqluiera otra. HBO Max

Con este punto de partida, Pobre diablo navega a lo largo de sus divertidos ocho episodios entre la sátira y la parodia de la sociedad contemporánea, un ensayo sobre el Emilio (1762) de Jean-Jacques Rousseau y el fin último de la condición humana, y la cultura pop, que plaga de jugosas referencias la serie.

Más allá de Joaquín Reyes (Stan), Ernesto Sevilla (Mefisto) y Miguel Esteban (Cancerbero), la serie cuenta en su reparto con grandes nombres de la comedia y la interpretación como Verónica Forqué (Rose), como obra póstuma; Ignatius Farray (Satán); Carlos Areces (Guy); o Gakian (Samael). Además de un desfile de invitados estrella que hacen su cameo y os tocará descifrar, como Iggy Rubín, Pablo Ibarburu, Manuel Huedo, Litos Fernádez o Javier Botet.

Afirmando que toda comparación sea tan reduccionista como imprecisa, Pobre diablo tiene mucho de Rick y Morty y la animación de Adult Awim. Y también de Matt Groening, y sus Los Simpsons y Futurama. Y hasta algo de South Park y BoJack Horseman.

Un momento del episodio 'Groenlandia' de 'Pobre diablo'. HBO Max

Y, por supuesto, también tiene mucho sabor chanante, de Enjuto Mojamuto y de Maricón y Tontico. Un cóctel que hará las delicias tanto de fieles como de ateos, y que destaca esta producción dentro de la vorágine de contenido con los que inunda cada plataforma su catálogo día tras día, entre los que sería una pena enterrar.

Pobre diablo también es un notable rayo de esperanza sobre el primer círculo del infierno dantesco que representa en la industria de nuestro país levantar un proyecto de animación (gloria eternaa Unicorn Wars, 2022).

Por cierto, háganse el favor de ver el séptimo episodio, titulado Groenlandia (como la canción de los Zombies), que funciona de manera independiente, demuestra de lo que es capaz esta serie y se presenta como firme candidato a uno de los mejores capítulos que vayamos a ver en este 2023.

'Pobre diablo' se puede ver al completo en HBO Max.

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